"Es más de lo mismo". Así resumen los exportadores de aceitunas de mesa el encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de EEUU, Joe Biden, en la Casa Blanca, donde abordaron, entre otros asuntos, los aranceles a este producto impuestos hace ya casi cinco años, un periodo en el que se han perdido 230 millones en exportaciones y ha intervenido hasta la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Biden mostró "receptividad" para encontrar una solución, sostuvo Sánchez, pero no confían en ella los exportadores españoles, que ven el problema atascado y a Washington sin prisa por eliminar los aranceles.
El conflicto cumplirá cinco años en agosto. Estados Unidos impuso entonces un arancel del 35% a la aceituna negra española al considerar este país que se produce competencia desleal por la ayuda económica que reciben los agricultores con la PAC.
[Nuevo golpe a la aceituna de mesa: la justicia de EEUU apoya los aranceles por la PAC]
Comenzaron entonces unas desavenencias que llegaron hasta la OMC. En 2021, el organismo internacional falló contra la decisión estadounidense. Más tarde Washington se comprometió con la UE a adaptar su legislación para eliminar esta traba en enero de 2023.
Pero el pasado septiembre llegaba el penúltimo giro en esta historia: una nueva sentencia de la justicia estadounidense fallaba a favor de la imposición del arancel a la aceituna negra española.
Era el tercer fallo emitido por el Tribunal de Comercio Internacional estadounidense (CIT), el definitivo en esta instancia. En él, el juez determinaba que el Departamento de Comercio actuó correctamente al considerar que las ayudas de la PAC recibidas por los agricultores eran "específicas" y, por tanto, incumplían las normas de la OMC.
¿El resultado? Se alejó el horizonte de enero de 2023 como resolución del problema. Cuatro meses más tarde, los exportadores españoles insisten: hace falta "más presión política", sobre todo desde la Unión Europea, destaca a este periódico Antonio de Mora, secretario general de la Asociación de Exportadores de Aceitunas de Mesa (Asemesa).
"Si no se hace presión política, EEUU buscará cualquier truco legal para dilatar esto y mantener los aranceles. En ese sentido no ha cambiado nada desde la época de Trump", insiste.
Hasta ahora, la factura de los aranceles asciende a 230 millones de euros perdidos en exportaciones, señala Asemesa.
Según el informe más reciente del Ministerio de Agricultura, las exportaciones totales de aceituna de mesa a EEUU en 2022 cayeron un 26% respecto de 2017, el último año sin aranceles.
Ya en lo referido en concreto a la aceituna negra, España ha pasado de representar en 2017 el 49% de la cuota de total de mercado de EEUU al 18% en 2022. En consecuencia, ha pasado de ser el primer exportador en valor en 2017 a ser el tercero en 2022.
'Último aviso' de Bruselas
Parte del golpe ha tratado de amortiguarse ampliando la cuota exportadora a países árabes, sobre todo, pero solo se ha recuperado allí un 10% de lo perdido, asegura De Mora.
Si la sentencia estadounidense del pasado septiembre es el penúltimo giro de esta historia, el último lo ha protagonizado Bruselas a finales de este abril. La UE presentaba entonces una nueva denuncia contra Estados Unidos ante la OMC, por haber incumplido el primer fallo de la organización.
El movimiento puede desembocar en un segundo fallo condenatorio, lo que abriría la puerta a imponer represalias, que en estos casos suelen ser la imposición de otros aranceles a productos estadounidenses.
Pero por ahora, la solicitud de nuevo peritaje abre un periodo de consultas formales con Estados Unidos para encontrar una "solución de compromiso".
Es un trámite con naturaleza de 'último aviso': si estas consultas acaban en nada, el caso volvería a los árbitros y previsiblemente desembocaría en un nuevo fallo condenatorio, y con él llegarían las represalias que se estimaran oportunas.
Así que ahora "se abre un momento que políticamente es muy importante para llegar a un acuerdo", concede De Mora. Desde Asemesa subrayan que la OMC les ha dado la razón "en todo" y están convencidos de que volverían a imponerse en un eventual segundo fallo de este organismo; también en los tribunales estadounidenses, llegado el caso.
Pero sería "un proceso muy largo" para un producto que acumula reveses no solo por los aranceles estadounidenses, también por la invasión rusa de Ucrania. Ucrania y Rusia representan un 8% de las exportaciones nacionales. Son demasiados golpes.