La advertencia se recoge en el Informe Anual de Comercio Exterior publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que analiza de forma exhaustiva las exportaciones e importaciones de 2022.

Un año de "récord", subraya el Gobierno. En 2022, el año en que la invasión rusa de Ucrania trastocó al agroalimentario, las exportaciones agroalimentarias y pesqueras crecieron un 13,1% y alcanzaron la inédita cifra de 68.018 millones de euros.

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Por su parte, las importaciones agroalimentarias y pesqueras se incrementaron un 30,9% respecto a 2021, situándose en 54.150 millones de euros. 

En el balance sigue siendo prioritario el intercambio comercial con países de la UE, a los que van a parar el 64,1% de las ventas españolas, pero fuera de ese grupo de 27 Estados, con una cuenta también abultada, sobresale Reino Unido.

Una vez concluido el Brexit, es el primer comprador de productos agroalimentarios españoles. En 2022 la factura de exportaciones a Reino Unido ascendió a 4.638 millones, un 6% más que el año precedente. Compró sobre todo hortalizas frescas, aunque también cítricos, vino y mosto, frutos rojos y coles.

En cuanto a importaciones, en un lugar más modesto -novena posición dentro del grupo de países terceros a los que compramos- desde Reino Unido llegan bebidas espirituosas, trigo y cebada. Las compras a este país ascendieron a 935 millones de euros.

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Pues bien, son estos productos los que tendrán que andarse con ojo, avisa el informe, a tenor del análisis político, económico y la valoración del riesgo-país de Cesce. La compañía estudia la situación económica interna y externa de los principales países terceros con los que comercia España en aras de dilucidar posibles riesgos. También ofrece su previsión sobre la evolución de dicho país.

En esencia, se trata de exponer, a la luz de sus indicadores macroeconómicos, cómo es su situación y si comporta riesgos que puedan llegar a afectar a los pagos de un país. Y cuenta con tres posibles veredictos: favorable, regular o desfavorable.

De los diez países analizados, entre los que figuran Marruecos, China o Arabia Saudí, Reino Unido se lleva doblete de "desfavorable"; tanto en la valoración de su situación económica interna como externa. Es el único con semejante marca.

¿Qué significa esto? Cuando hay una situación económica interna desfavorable, explica el documento, implica que la situación de los principales indicadores macroeconómicos es mala. "Existen factores estructurales que impiden la mejora de la situación económica" y eso "constituye un factor de riesgo para el comportamiento de pagos del país".

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Cuando lo que es desfavorable es la situación económica externa, supone que se da una "situación de solvencia dudosa". Es decir, hay "indicadores de liquidez y/o solvencia negativos, que pueden comprometer el comportamiento de pagos del país". 

Con esos dos "desfavorables", Reino Unido suma a su vez una perspectiva de evolución "negativa". Traducción: "Se prevé un empeoramiento con respecto a la situación actual". Tanto en su situación económica interna como externa.

Teniendo en cuenta los principales productos que España comercia con los británicos, es una situación que deja avisos claros para hortalizas frescas, vino y mosto, así como cítricos, y también en el apartado de importaciones a bebidas espirituosas, trigo y cebada.