Se ha acabado la tregua para el aceite de girasol. La decisión de Rusia de hacer saltar por los aires el acuerdo para exportar cereales a través del Mar Negro ha vuelto a sumir a los alimentos en una incertidumbre que hace que los precios internacionales de este aceite hayan repuntado un 15% en julio, arrastrando hacia arriba, además, al conjunto de los aceites vegetales.

Así, el precio de los aceites de palma, soja y colza aumentó también a raíz de la preocupación por las perspectivas sobre la producción en los principales países productores, hace notar la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su último informe.

¿Cuánto? En total, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO registró ese mes una escalada del 12,1%. Cambio brusco de tendencia tras siete meses consecutivos de descensos.

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Más barato que antes de la guerra

En el caso del girasol, supone el regreso de una incertidumbre que causó estragos en los precios poco después de estallar el conflicto. El miedo al desabastecimiento provocó que el precio de origen en las refinerías del aceite de girasol subiera un 80% en poco más de dos meses y medio tras el inicio de la invasión.

Aquello fue en mayo de 2022. En julio de ese año llegaba el acuerdo para la exportación de cereales, y las aguas comenzaron a bajar. Tanto, que desde entonces los precios de origen en las refinerías han caído un 49%, hasta los 117,27 euros por cada 100 kilos, de acuerdo con los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

De hecho, el aceite de girasol está ahora más barato que antes de que comenzase la guerra. Una semana antes de que todo empezara, el precio de origen era de 149,51 euros por cada 100 kilos. Dicho de otra forma, ha bajado un 21,5%.

¿Subida en el súper?

La gran pregunta es si esa subida se trasladará al precio en los lineales. Cuando la guerra comenzó y las cifras empezaron a dispararse, lo que las impulsaba era el temor al desabastecimiento.

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Había motivos: el 60% del aceite de girasol que se consumía en nuestro país procedía de Ucrania. Se buscaron aprisa mercados alternativos, que acabaron por disipar el temor.

Destacaron las compras a Rumanía y Bulgaria en un año récord. De acuerdo con el balance de comercio del MAPA, en 2022 las importaciones de aceite de girasol alcanzaron un valor de 1.194,64 millones de euros, lo que supone un aumento del 74,3% respecto al año anterior. Fue el valor máximo de la serie analizada.

También se lanzó la producción nacional de girasol, que se volcó en 2022 para tratar de suplir las carencias ucranianas, incluso desplazando otros cultivos muy rentables. Aumentó en un 32% la superficie cultivada, hasta las 854.984 hectáreas, aunque la sequía trastocó los planes. 

¿Y ahora? La situación de sequía hace que las previsiones de girasol para esta campaña en algunas zonas muy afectadas, como el Bajo Guadalquivir, "no sean las mejores", apuntan desde COAG.

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No obstante, la producción parece estable en Rumanía y Bulgaria, donde tienen previsto sembrar, como de costumbre, 1,25 millones de hectáreas y 700.000 toneladas en 2023, respectivamente.

Habrá que observar si hay mayor necesidad de importaciones y a qué precios habrá que ir de compras, por tanto. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que sigue vigente hasta final de año la rebaja del IVA del 10% al 5% aprobada dentro del decreto de medidas anticrisis para precisamente hacer frente a los efectos de la guerra.

Menos ventas

El repunte del girasol en los precios internacionales impactará en un mercado que, en el caso español, hace tiempo que va a la baja.

En la presente campaña (de octubre de 2022 a junio de este año), se han puesto en el mercado 191,44 millones de litros de aceite de girasol, un 12,26% menos que en la anterior campaña, de acuerdo con los datos de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac).

No fue el único aceite vegetal a la baja. El aceite de colza también presenta una tendencia negativa con 2,61 millones, lo que supone un descenso de un 23,08% respecto a la campaña anterior.

El resto de aceites tienen cifras positivas: el de semillas, con 60,48 millones de litros, presenta un aumento del 42,14% y el de soja, con 1,10 millones de litros, muestra un ascenso de un 15,92%.