El ministro de Agricultura, Luis Planas.

El ministro de Agricultura, Luis Planas. Europa Press

Economía

El agro pone fin a la tregua con Planas: reclaman una reunión con él para hablar de costes y precios

Con semillas y piensos al alza, las organizaciones agrarias confían en tener una primera reunión cuanto antes.

21 noviembre, 2023 02:20

La calma chicha en la que han vivido el ministro de Agricultura, Luis Planas, y el sector agrario mientras el Gobierno ha estado en funciones llega a su fin. Confirmada su revalidación del cargo para otra legislatura, agricultores y ganaderos retoman la marcha: piden una reunión lo antes posible y atender a una lista de prioridades que divulgarán este mismo martes, con atención a dos asuntos urgentes.

Los precios y costes agrarios. O sea, cuánto les cuesta producir y cuánto perciben a cambio, una cuenta que se ha complicado extraordinariamente este año. "Lo primero que tenemos que ver con Planas es cómo evolucionan esas dos cosas", sostiene a EL ESPAÑOL-Invertia Miguel Padilla, responsable de COAG.

Tal es el primer examen del ministro, al que piden una reunión que llevan meses esperando: desde que Planas pasó a estar en funciones han estado viéndose apenas con subalternos.

[La sequía obliga a España a importar cereales, verduras, azúcar y café a precios más altos que nunca]

"Que estuviera en funciones era siempre la excusa, pero eso ya se acabó", remacha Padilla. El campo ha sufrido un año de vaivenes en cuanto a los costes de producción que afrontan y ven ahora cómo ha subido el precio de semillas y plantones, piensos simples, servicios veterinarios y conservación y reparación de máquinas.

El yoyó de los costes

Son los últimos apartados que suben, de acuerdo a los datos más recientes del propio Ministerio de Agricultura, que se refieren a julio. Comparado con el mismo mes de 2022, las semillas escalaron un 14,4% en el índice general de precios pagados por los bienes y servicios agrarios; los piensos, un 9,14%, y el mantenimiento de la maquinaria un 5,5%.

Eso mirando el año anterior. Repasando la evolución desde el mes precedente, ven además un repunte en de un 1,08% en los carburantes que preocupa; cabe recordar que en julio aún no había estallado el conflicto Israel-Hamás ni tampoco las consecuentes tensiones en los países productores de crudo. 

[La sequía obliga a España a importar cereales, verduras, azúcar y café a precios más altos que nunca]

¿Y cuanto reciben a cambio? El índice de precios percibidos ese mes hace que las cuentas sean por ahora positivas, dado que supera en 14 puntos a lo que pagan; pero el pasado febrero fue al revés. Entonces lo que pagaban superó en 6 puntos al precio de venta.

Con el campo afectado por la sequía, la inquietud por la vuelta de la montaña rusa es patente; a nadie se le ha olvidado lo que supuso el inicio de la invasión rusa de Ucrania, con subidas de casi el doble en el coste de los pescadores para faenar por el encarecimiento del combustible, y que dejó también muy malherido al campo.

[Jorge Pena (Innoliva), proveedor de Deoleo y Acesur: "Decir cuándo va a bajar el aceite es muy atrevido"]

Y ahora empiezan a observar bajadas de los precios en origen. Tímidas, pero que muestran un cambio de tendencia. Desde mediados de octubre ha bajado el precio del aceite de oliva (-1,2%), el de girasol (-1,54%), o el trigo (-1,2%). Toca analizar ahora cómo se han comportado en este último mes los costes y qué puede esperarse hasta finalizar el año.

Así que el contacto será fundamental, especialmente con un ministro que ya sabe cómo funciona todo, insiste Padilla. "Lo que se haga -o lo que no se haga- no será por desconocimiento del sector", arroja. 

Es con ese razonamiento que esperan mayor flexibilidad también en la burocracia de la PAC y en la aplicación de la digitalización en el campo, que "tiene que ser por fases" para que, de nuevo, no haya otro sobrecoste. 

¿Alguna otra petición acuciante? Que "escuche más" en general a agricultores y ganaderos, acota la organización agraria UPA. Han recordado, en declaraciones a Efe, que quedaron "frentes abiertos” antes de elecciones, como el funcionamiento de la ley de la cadena alimentaria, la sanidad animal y los ecorregímenes de la PAC. Hay, por tanto, cuatro años intensos por delante.

Rechazo desde Andalucía

Ese tiempo nuevo arranca ya con una animadversión declarada desde Andalucía, la que protagoniza la organización agraria Asaja. Planas es a sus ojos "el ministro más pernicioso para el campo andaluz desde la llegada de la democracia".

Lo afirma la organización tras conocer su continuidad. Creen que con él los agricultores y ganaderos andaluces "pierden la esperanza de recibir el apoyo necesario para superar la crisis que soportan la mayoría de las explotaciones lastradas por la sequía, el incremento de los costes, la falta de mano de obra, la competencia desleal de terceros países y la reducción de los apoyos de una nueva PAC".

La PAC es la bestia negra del campo andaluz. El Plan Estratégico alumbrado la pasada legislatura diseña un nuevo reparto de fondos que hace que en el sur se recorten "un 30%" las ayudas.

"Somos conscientes de las diferentes sensibilidades de los territorios", añade Padilla. En COAG también saben que sus compañeros de Andalucía serán duros interlocutores.