Las lluvias de Semana Santa han traído milagro al campo andaluz. Este año los regantes podrán multiplicar por seis el agua disponible por hectárea para cultivos que llevaban dos años sufriendo y estaban ya prácticamente en modo de supervivencia. Traerá importantes alivios a grandes perjudicados por la sequía, como el olivar, el arroz o el algodón.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha autorizado este miércoles un desembalse de 1.010 hectómetros cúbicos para el riego esta campaña, que arranca el 25 de abril y acaba el 30 de septiembre; es un 162% más que en la campaña precedente.
La magnitud del aumento se observa sobre todo en la dotación máxima por hectárea. Se eleva a un máximo de 4.000 metros cúbicos; para los cultivos de mayor consumo, casi seis veces más que el año anterior, cuando fue de unos 700 metros cúbicos.
La cifra sigue siendo un 33% inferior a la dotación máxima que habría en un año normal, pero la sensación es de algarabía. "Es un balón de oxígeno", destaca a EL ESPAÑOL-Invertia el director de ASAJA Andalucía, Félix García de Leyarisy.
Sobre todo para el arroz, que no se pudo sembrar en 2023 y cosecharse apenas un 230% el año anterior. Todo un golpe a nivel nacional: de Andalucía sale el 40% del total de este grano. Pero esta campaña respirará, al haberse aprobado un volumen máximo a desembalsar de 264 hectómetros cúbicos.
Además, el pleno de la Comisión de Desembalse de la CHG ha autorizado 25 hectómetros cúbicos de agua para los riegos extraordinarios del olivar, resto de arboleda y otros cultivos, que estaban prácticamente "en modo de supervivencia", remarca el líder de Asaja.
Para el secretario de organización de COAG Andalucía, Eduardo López, "es un respiro". Se abre la posibilidad de aumentar no solo aceituna y arroz, también tomate de industria, también patatas, zanahoria, coliflores, cebollas o ajos.
Todo ha sido posible por las lluvias de Semana Santa, que ha dado un impulso a la cuenca. Está ahora mismo al 47,2% de su capacidad, con 3.793 hectómetros cúbicos de agua embalsados, lo que supone un incremento de 1.797 hectómetros cúbicos respecto al año pasado.
La media histórica de los últimos 25 años se sitúa, no obstante, en el 60,6% para estas mismas fechas, por lo que hay un déficit de 13,4 puntos porcentuales. Por su parte, el Sistema de Regulación General almacena 2.305 hectómetros cúbicos, el 40,8% de su capacidad, mientras la media histórica se sitúa en el 56,9%.