El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el president de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el president de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès David Zorrakino Europa Press

Economía

Beneficiar a Cataluña en la quita de deuda perjudicará los objetivos de consolidación fiscal de España

Llevar a cabo medidas asimétricas —que beneficien más a las CCAA que al Estado o a unas más que a otras— tendrá efectos negativos.

5 julio, 2024 02:20

La reforma de la financiación autonómica y la quita parcial de la deuda de las comunidades tendrán impacto en el cumplimiento de las reglas fiscales. La configuración de ese nuevo paradigma regional, sin embargo, puede traer consecuencias adversas si se opta por privilegiar a Cataluña o al conjunto de las autonomías en perjuicio de la Administración central.

Durante la presentación de la opinión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) acerca de las nuevas reglas fiscales europeas, su presidenta, Cristina Herrero, subrayó la importancia de una correcta aplicación del conjunto de reformas que España tiene por hacer. En juego está el proceso de consolidación fiscal que España debe abordar los próximos años.

"Mientras haya asignaturas pendientes en algún ámbito de las finanzas públicas, se abren grietas en la credibilidad del marco fiscal", afirmó. Su preocupación se centra en la necesidad de diseñar una reforma integral y no contemplar cada punto —la quita de la deuda, la reforma del sistema de financiación o las reglas fiscales— como "compartimentos estancos".

Lo cierto es que ya desde que ERC y PSOE pactaran la condonación parcial de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que luego los socialistas explicaron que se aplicará a todas las CCAA, el debate ha sido controvertido. Algunos expertos defienden que servirá para sanear las cuentas regionales, mientras que otros creen que genera un "incentivo perverso" que llevará a las autonomías a seguir gastando más de la cuenta.

En su caso, Cristina Herrero advirtió de que "las decisiones en el marco de la reforma del sistema de financiación o de los mecanismos extraordinarios de financiación (es decir, el FLA) inciden en el cumplimiento de los objetivos del marco fiscal". Esto significa que cualquier medida tomada debe considerarse en un contexto más amplio, evitando favorecer a una región a expensas de otras, o al conjunto de las mismas en detrimento del Estado central.

En este sentido, la AIReF sostiene que cualquier cambio en el sistema de financiación debe ir de la mano con la reforma del marco fiscal nacional, que a su vez debe adaptarse a las nuevas reglas europeas. La interconexión entre estos elementos es fundamental para mantener la sostenibilidad fiscal del país en su conjunto. "No existen compartimentos estancos", señaló Herrero, resaltando esa interdependencia entre las decisiones a nivel autonómico y nacional.

La propuesta para aliviar la deuda de Cataluña y el resto de CCAA puede generar un efecto positivo a corto plazo. Es decir, en función de cómo se aborde, puede mejorar la situación de una región, pero empeorar la de otras, generando asimetrías perjudiciales para la estabilidad fiscal nacional.

¿Qué supone la quita parcial de la deuda autonómica?

En esencia, supone trasladar parte de la deuda de las CCAA con el FLA a las cuentas del Estado. De esta manera, las autonomías podrán mejorar su posición en los mercados, y por consiguiente más capacidad de financiación propia. Asimismo, es una medida de alivio para las cuentas autonómicas.

Según defiende el Gobierno, no cambiará la posición crediticia de España, en tanto en cuanto ésta ya tiene en cuenta las deudas de las diferentes regiones. Es decir, el país en su conjunto no sería visto como más endeudado, pero las comunidades autónomas sí tendrían una mejor posición.

Y es que la clave está, precisamente, en la cuestión de la simetría, tanto en la quita de la deuda como en la reforma del sistema de financiación. En primer lugar, si una región se ve más beneficiada por reducir su pasivo que otra, generará un conflicto más allá de lo estrictamente político. Además, hay que tener en cuenta que no todas las CCAA están en deuda con el FLA y, dentro de las que lo están, hay niveles.

Por otro lado, en lo que se refiere a la reforma del sistema de financiación autonómico, la precaución es la misma: debe hacerse de una forma simétrica para que no haya regiones beneficiadas o perjudicadas, o que unas se beneficien mucho más que otras. Pero a su vez, es necesario mantener todos los equilibrios para que, a la postre, no se perjudique a todo el país.

"Tenemos que ser conscientes de que aquí hay vasos comunicantes", sentenció Herrero. Y es que, añadió, "si hay asimetría en el comportamiento entre el que empeora y el que mejora, podemos llevarnos alguna sorpresa".