El azúcar vuelve a agitar los mercados: sus precios se disparan un 10% en la antesala de la campaña navideña

Así lo recoge el índice de precios de la FAO, que avisa de que los precios del azúcar han escalado casi 12 puntos de un mes para otro por la "preocupación relativa" sobre la disponibilidad mundial, que se prevé más limitada para la próxima campaña.

¿El motivo? Por un lado, la reducción de las previsiones en Brasil, donde los campos se han visto afectados por la sequía y también por incendios que han dañado seriamente los cultivos de caña a final de agosto.

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Tampoco ha dejado buen sabor de boca la situación en la India, donde se teme que haya menos azúcar para exportar después de que el Gobierno de Narendra Modi haya decidido levantar las restricciones sobre el uso de caña de azúcar para producir etanol, lo que abre la puerta a que no toda la producción se transforme en azúcar refinado.

En este caso llueve sobre mojado: el país ya había limitado la exportación de azúcar en la pasada campaña, que tuvo menor producción por la escasez de lluvia, para poder abastecer la demanda interna y, sobre todo, para que no se dispararan los precios en el mercado local. 

Alerta para la compra

Así las cosas, los vaivenes brasileño e indio vuelven a tirar de los precios del azúcar, que el año pasado protagonizó un acusado despegue. A lo largo de los primeros seis meses de 2023 los precios escalaron cerca de un 50% en comparación con el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con los datos del INE.

Es un encarecimiento que, aunque afecte especialmente al sector de los dulces, por ser un ingrediente básico para su elaboración, y, más aún, en unas semanas clave para la rentable producción navideña, acaba por tensionar toda la cesta de la compra.

Jesús Hellín / Europa Press

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Porque el azúcar no solo está presente en los bollos o tartas; también se encuentra en el pan, en las pizzas, refrescos, tomate frito, cremas de verduras, patatas fritas de bolsa, embutidos o los zumos, por citar algunos.

De hecho, los productos mencionados también subieron llamativamente de precio el año pasado, en el que registraron ascensos superiores al 10%. Es, con todo, un horizonte aún lejos de repetirse: la FAO recuerda que el actual precio del azúcar está aún un 22,7% por debajo del valor alcanzado hace un año.

Repercusiones

España es muy sensible ante los incrementos de precios mundiales de azúcar, dado que nuestro país es esencialmente importador de este producto. Según datos de comercio exterior, en 2023 importamos 1,5 millones de toneladas de azúcar de caña o de remolacha. Tenemos un saldo negativo de 1,46 millones de toneladas.

Compramos esencialmente azúcar blanco a los Estados miembros de la UE; ya que más del 60% de nuestras compras son a ellos, según el Ministerio de Agricultura. A terceros países, sobre todo a Brasil, compramos además de azúcar blanco el azúcar bruto de caña para refinar, mientras que el comercio de remolacha azucarera es "prácticamente residual".

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Esa producción para refinar se trata en las escasas fábricas que quedan en nuestro país, donde tanto la superficie como el número de explotaciones de remolacha azucarera ha ido disminuyendo en los últimos años. De acuerdo con el último Censo Agrario, de 2020, se cuentan aún unas 3.600 explotaciones con este cultivo, el 58% de las cuales está en Castilla y León y el 17,6% en Andalucía.

Son explotaciones modestas, de unas 8 hectáreas de media, y un valor muy reducido, pues toda la producción de remolacha azucarera española representa en torno al 0,2% de la producción de la Rama Agraria. Pero aún cuentan con músculo industrial en las comunidades ya citadas, a las que este aumento internacional de precios ha pillado con el anuncio de una huelga indefinida.

Huelga

UGT y CCOO han convocado huelga indefinida en los centros de trabajo de las industrias de las levaduras y del azúcar a partir de la segunda quincena del mes de octubre.

La protesta se convoca ante, apuntan los sindicatos, el "constante bloqueo por parte de las patronales" del sector en la negociación del convenio colectivo sectorial, en el que buscan recuperar el poder adquisitivo perdido, y coincidirá con el inicio de la campaña de molturación para obtener el refinado.