
Una taza y granos de café. EFE
El café quiere disputar al crudo el título de 'oro negro': el precio de los contratos de futuros se duplica en un año
Los precios mundiales alcanzan en febrero su mayor nivel en 50 años afectados por pesimistas estimaciones de producción, aranceles y costes.
Más información: El café se va a las nubes: sus precios se disparan un 70% por la fortaleza del dólar y los ataques en el Canal de Suez
El café es un producto cada vez más amargo para los consumidores. Afectado en el último año por una tormenta perfecta que combina escasez de oferta en Brasil, el principal productor mundial, con elevados costes de producción y transporte, el grano suma ahora el último de sus sobresaltos para ver cómo sus precios estallan: Donald Trump.
Las amenazas arancelarias del presidente estadounidense, enzarzado entre muchos otros con su homólogo en Colombia, Gustavo Petro, han terminado de poner nerviosos a quienes invierten en esta materia prima. El resultado, una escalada histórica en las últimas semanas en los futuros que promete convertir al café en el nuevo 'oro negro'.
Porque la progresión es espectacular. Los futuros rondan los 4 dólares por libra en los mercados de Chicago y Nueva York. Es el doble que hace exactamente doce meses. La escalada se ha visto, además, especialmente espoleada desde que comenzó el año, con una subida acumulada del 17%.
¿Qué ha pasado? El año comenzó mal para los inversores cafeteros, que asistieron atónitos al choque entre Trump y Petro por la llegada a Colombia de dos aviones con migrantes deportados desde EEUU.
Fue una de las primeras discusiones con mandatarios de Trump tras volver a la Casa Blanca. El enfrentamiento, expuesto en la red social X, incluyó amenazas de aranceles mutuos que no llegaron a ejecutarse, pero que agitaron los mercados teniendo en cuenta la relevancia cafetera de Colombia, que produce el 8% del grano mundial.
Choque con Colombia
¿Resultado? Apenas una semana después del enfrentamiento, los futuros de café subieron más de un 6%, hasta situarse en 3,5 dólares por libra en los contratos que vencían en marzo de este año. Aquel salto, registrado a finales de enero, fue en realidad solo el preludio del récord visto en febrero.
Sin haberse repuesto del susto colombiano, a mitad de ese mes los futuros en Nueva York se dispararon al récord de 4,3 dólares por libra en la variedad arábica. En ese momento pesaban las predicciones de clima excesivamente seco sobre los cafetales brasileños y la perspectiva de que estuvieran reduciendo las ventas del stock disponible.
Los productores del país ya habían vendido cerca del 85% de la cosecha y no parecían tener prisa por poner más en el mercado, advertía Reuters. Y el informe mensual de la Organización Mundial del Café (ICO, por sus siglas en inglés) confirma que, efectivamente, estaba llegando menos grano, pero no solo de Brasil, sino a nivel global.
Porque en enero se exportaron en todo el mundo 10,8 millones de sacos, un 13,3% menos que en el mismo mes del año anterior. La escasez de café ha sido una preocupación constante en los últimos meses, en los que los precios no han dejado de aumentar.
Precios históricos
De hecho, se han disparado un 70% durante 2024, alcanzando en diciembre los 2,99 dólares por libra. Era el dato más elevado desde abril de 1977, hasta que llegó febrero.
El mes pasado volvió a batirse récord. El último boletín de la ICO apunta que su índice compuesto de precios del café ha alcanzado de media 3,54 dólares por libra producida, algo que no se ve desde hace casi 50 años. Es, además, prácticamente el doble que en febrero de 2024, y un 14% más que lo registrado en enero de este año.
Así las cosas, la gran pregunta es si esta escalada tiene fin. La respuesta depende en gran parte del clima, dado que este fue el factor que detonó la subida el año pasado.
Brasil, responsable de casi el 40% de la producción mundial de café y principal proveedor de arábica, ha padecido una devastadora combinación de heladas y sequía prolongada y Vietnam, segundo productor mundial y principal proveedor de la variedad robusta, ha debido afrontar sequías seguidas de fuertes lluvias, señala Michaela Huber, analista de Vontobel.
"La situación es especialmente grave en el caso del arábica, alimento básico de las grandes cadenas de café", subraya. Son aumentos que se están trasladando en la cadena y llegando hasta los consumidores, aunque la demanda sigue fuerte porque, apunta Huber, "dependiendo de a quién se pregunte, el café es un producto básico esencial o un lujo al que la gente se niega a renunciar".
¿Su pronóstico? Si no mejora la cosecha o se reduce el consumo, la subida de los precios del café "podría prolongarse durante algún tiempo". Lo primero, al menos, parece complicarse en Brasil, donde se espera que la cosecha de café del país descienda a 51,81 millones de sacos en 2025/26. Es decir, que se produzca un 4,4% menos.