La presidente de la Comisión, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, amenaza con expedientar a su propio país por el fallo del Tribunal Constitucional de Karlsruhe contra el Banco Central Europeo (BCE). Un gesto con pocos precedentes que destapa la gravedad de la crisis provocada por la sentencia que cuestiona el programa de compra de deuda pública. El fallo ha llegado en el peor momento posible: el BCE es la única institución de la UE que está actuando con eficacia para mantener bajo control la prima de riesgo de Italia y España, los dos países más golpeados por el coronavirus.
Von der Leyen ha hecho saber sus intenciones en una respuesta por carta enviada este sábado en tiempo récord a la interpelación del eurodiputado verde alemán Sven Giegold. Una respuesta que ha llegado en el mismo día que la pregunta, cuando los plazos normales son de meses. "La reciente sentencia del Tribunal Constitucional plantea cuestiones que afectan al verdadero núcleo de la soberanía europea. Cuestiones que son importantes no sólo para la política monetaria de la Unión, sino también para el Estado de derecho en la UE", sostiene la presidenta.
Al Ejecutivo comunitario le preocupa en particular que el Constitucional alemán se haya saltado el dictamen previo del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), que ya dictaminó en diciembre de 2018 que la compra de deuda del BCE es legal, en respuesta precisamente a una cuestión prejudicial de Karlsruhe. Sin embargo, los jueces alemanes se han saltado esta sentencia y sostienen que el programa ideado por el ex presidente Mario Draghi no respeta el principio de proporcionalidad y excede las competencias de la UE.
"Se lo puedo garantizar: la política monetaria de la Unión es un asunto de competencia exclusiva. El derecho de la UE tiene primacía sobre la legislación nacional y por supuesto las sentencias del TJUE son vinculantes para los jueces nacionales. El Tribunal de Justicia de la UE siempre tiene la última palabra en lo que se refiere al derecho comunitario", escribe Von der Leyen en su misiva.
"Me tomo este asunto muy en serio. La Comisión está ahora analizando en detalle la sentencia de más de 100 páginas del Tribunal Constitucional Alemán. A partir de los resultados, consideraremos los posibles próximos pasos, incluyendo procedimientos de infracción", anuncia la presidenta en su respuesta.
"La UE es una comunidad de valores y de derecho, que sostendremos y defenderemos en todos los momentos y en todas las direcciones. Esto es lo que nos une", concluye Von Der Leyen.
Una amonestación política
La Comisión Europea puede lanzar un expediente contra un Estado miembro cuando considera que está incumpliendo la legislación comunitaria. Este caso es particularmente complejo porque no es el Gobierno alemán el que se ha saltado la sentencia del TJUE sino un Tribunal independiente, pero Bruselas podría exigir a Berlín cambiar la ley del Tribunal.
Si las autoridades alemanas se niegan a corregir los problemas, el caso podría acabar en el propio TJUE, que en última instancia tiene poderes para multar a Alemania. Pero es un procedimiento que duraría años. El anuncio de Von der Leyen es más una amonestación política que una sanción con impacto real.
El propio TJUE ya hizo un comunicado sin precedentes el pasado viernes en el que le recuerda a Karlsruhe que sus decisiones son vinculantes y que es el único tribunal con competencias para examinar la legalidad de las decisiones adoptadas por instituciones de la UE.
Por su parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dicho que no se deja intimidar por la sentencia del Constitucional alemán y que seguirá haciendo todo lo que sea necesario para evitar la fragmentación del euro. El BCE de momento ignora el ultimátum de tres meses impuesto por Karlsruhe para explicar la proporcionalidad de la compra de deuda. Pero el choque ha provocado dudas en los mercados sobre la capacidad de actuar de Lagarde en lo peor de la crisis del Covid-19.