La era del dinero barato ha terminado. En menos de dos semanas la mayor parte de los bancos centrales más importantes del mundo -a excepción del de Japón- se han lanzado a preparar a la economía global para un escenario de tipos más altos. Para luchar contra la inflación las alzas pueden extenderse hasta 2023.
Los primeros en hacerlo fueron el Banco de la Reserva de Australia y el Banco de la Reserva de La India. El pasado 7 de junio, la institución australiana acometió la mayor subida de tipos de interés de los últimos 22 años.
Los incrementó en 50 puntos básicos, hasta el 0,85%, y señaló que llevará a cabo más subidas para frenar la escalada de los precios. El mismo movimiento fue llevado a cabo un día después por el instituto emisor indio para, en su caso, elevar los tipos hasta el 4,9%.
No hubo descanso para los mercados. Tan solo 24 horas después el Banco Central Europeo (BCE) anunció que en julio llegará el final de las compras netas al amparo de su programa de compra de activos públicos (APP, por sus siglas en inglés). En ese momento, subirá los tipos por primera vez en 11 años y lo hará mediante un incremento de 25 puntos básicos.
La institución presidida por Christine Lagarde llegó a plantear la posibilidad de un alza de 50 puntos básicos en su reunión de septiembre. Dependerá de como evolucione la inflación. A partir de ahí, los incrementos deberían volver a ser de un cuarto de punto.
Ese es el escenario base para la mayoría de bancos de inversión y gestoras, que prevén que el BCE suba las tasas 125 puntos a lo largo de todo este ejercicio. Los expertos se muestran cautelosos respecto a la situación de la economía de la eurozona y señalan que el crecimiento de la región está a punto de estancarse, con riesgo, incluso, de recesión.
Pero si la inflación en la eurozona sorprende al alza -en mayo marcó máximos históricos al alcanzar el 8,1% en tasa interanual- los analistas no descartan subidas más agresivas. Por ejemplo, los expertos de Bank of America hablan de 150 puntos básicos.
Algunos miembros de su Consejo de Gobierno lo han dejado claro. Uno de ellos es Klaas Knot, el presidente del banco central holandés, quien ha señalado que podrían producirse varias subidas de tipos de 50 puntos básicos si la inflación empeora.
El mercado se ha alineado con el ala más dura de la institución y descuenta un incremento de 190 puntos básicos, 50 más que lo estimado antes de la reunión de junio.
Por la Fed
"El BCE se ve obligado a seguir los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed)", destaca Credit Suisse. La entidad suiza espera que la institución suba los tipos 150 puntos básicos en 2022 y otros 100 en 2013, "con más riesgos al alza".
Su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) elevó los tipos de interés del país 75 puntos básicos, hasta un rango objetivo de entre el 1,5% y el 1,75%. Pero los miembros no tuvieron suficiente con ejecutar la mayor subida del precio del dinero desde noviembre de 1994.
También se mostraron más agresivos en el conocido como diagrama de puntos, donde muestran sus estimaciones sobre los niveles que alcanzarán los tipos en los próximos años.
Ahora los miembros del FOMC valoran que las tasas de referencia cierren este ejercicio entre el 3,25% y el 3,50%. Para 2023 prevén que se incrementen hasta el 4% y que en 2024 regresen a niveles de 2022.
"Las próximas subidas de tipos llevarán la política monetaria de la Fed hacia territorio restrictivo", advierten los expertos de Lombard Odier, quienes esperan que en 2022 lleguen al 3,75%. Dicho porcentaje está muy por encima del 2,5% que marca la neutralidad, es decir, un nivel suficiente para doblegar la inflación, pero sin llegar a matar el crecimiento.
"La economía estadounidense superará lo peor del endurecimiento monetario sin daños significativos: una recesión leve en 2023, con un desempleo que se situará en torno al 4,5% o el 5,0% y sin un gran aumento de las tasas de impago de las empresas", explican.
Más subidas
El jueves dos instituciones subieron sus tipos. El Banco de Inglaterra decidió elevar el precio del dinero por quinta vez desde diciembre. Lo hizo de nuevo en 25 puntos básicos, hasta situarlo en el 1,25%, el nivel más elevado desde 2009.
A favor de esta decisión se posicionaron seis de los nueve miembros de su Comité de Política Monetaria. El resto se mostró más partidario de un incremento de medio punto.
"En otras palabras, parece que el Banco de Inglaterra está preparando el terreno para una mayor subida de tipos, de 50 puntos básicos, en su próxima reunión de agosto", apunta la gestora Federated Hermes.
Por su parte, el Banco Nacional de Suiza decidió llevar a cabo la primera subida de la tasa de referencia y del interés de los depósitos a la vista desde 2007. Lo hizo en 50 puntos para situarla en el -0,25%. "Es probable que la política monetaria en todo el mundo se encuentre en un momento decisivo", subrayan los mismos expertos.
Las bolsas
Las bolsas occidentales han reaccionado con caídas a ese momento decisivo en el que se encuentran los bancos centrales. En Europa, los principales índices cerraron la semana con descensos de hasta el 4,5%. Los parqués del viejo Continente lograron cerrar en positivo tres de las cinco sesiones celebradas.
Las subidas del miércoles fueron propiciadas por la reunión de urgencia que mantuvo el BCE para tratar las subidas de las primas de riesgo. Las del viernes coincidieron con los vencimientos de los contratos trimestrales de futuros y opciones sobre índices y acciones, lo que se conoce como 'cuádruple hora bruja'.
Los recortes semanales fueron mayores -en el entorno del 5%- en Wall Street y provocaron que el S&P 500 se adentrara en un mercado bajista en el que ya se encontraba el Nasdaq. Ambos índices ceden más de un 20% desde los últimos máximos registrados.