El presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Jerome Powell, ha intentado calmar a los mercados. En su intervención de este miércoles ante el comité bancario del Senado, ha subrayado el compromiso del banco central para luchar contra la inflación, así como la fortaleza de la economía estadounidense.
Powell ha reiterado el mensaje mandado tras la reunión que la institución mantuvo hace justo una semana y ha intentado disipar los miedos a que tenga lugar una recesión económica. "No estamos tratando de provocar, y no creo que necesitemos provocar, una recesión", ha señalado en respuesta a una pregunta de uno de los legisladores.
En su discurso, Powell ha subrayado que las medidas de política monetaria tomadas por la Fed están guiadas por su mandato de promover el pleno empleo y mantener estables los precios.
Riesgos
Por ello, ha señalado que los miembros del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed están “muy atentos a los riesgos que plantea la alta inflación” y están “firmemente comprometidos” con devolverla al objetivo del 2%.
También ha destacado que la política de la Fed “se ha ido adaptando y lo seguirá haciendo”. “Con una inflación muy por encima de ese objetivo”, el banco central estadounidense ha elevado los tipos de interés en cada una de las tres últimas reuniones.
Pero en cada una de ellas ha ido incrementando las alzas. En la primera, celebrada en marzo, la subida fue de 25 puntos básicos. En la cita de mayo alcanzó el medio punto. En la de junio, celebrada el pasado miércoles, el incremento fue de 75 puntos básicos. Ahora, el precio del dinero en EEUU se sitúa en el rango de entre el 1,5% y el 1,75%.
Powell ha recordado que los miembros del FOMC ya consideraron tras la reunión que más incrementos de tipos serán apropiados. “El ritmo de esas subidas seguirá dependiendo de los datos publicados y la evolución de las perspectivas económicas”, ha incidido.
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“Tomaremos nuestras decisiones reunión a reunión y continuaremos comunicando nuestras políticas con la mayor claridad posible”, ha destacado. El “enfoque” del banco central estadounidense es "utilizar todas sus herramientas para reducir la inflación”.
Asimismo, ha reiterado que en mayo la institución ya anunció sus planes de reducir el tamaño de su balance. Poco después comenzó el proceso. La Fed se desprenderá en julio y agosto de 30.000 millones de dólares en letras del Tesoro y de 17.500 millones en valores respaldados por hipotecas cada mes.
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A partir de septiembre estas cifras se incrementarán hasta 60.000 millones de dólares y 35.000 millones, respectivamente, y el proceso concluirá cuando se alcancen unos niveles que se consideren "ligeramente por encima" de lo que el banco considera "reservas amplias".
“Las condiciones financieras se han endurecido desde el otoño pasado y ahora lo han hecho significativamente, lo que refleja tanto las medidas de política que ya hemos tomado como las medidas anticipadas”, ha afirmado.
Pruebas
La Fed seguirá buscando “pruebas convincentes” de que la escalada de los precios se haya frenado después de que la inflación haya sorprendido al alza en el último año. “Podrían producirse más sorpresas”, ha advertido Powell.
Por ello, ha apuntado, la institución tendrá que ser ágil para responder a la evolución de la economía. “Nos esforzaremos por evitar añadir incertidumbre en lo que ya es un momento extraordinariamente incierto”, ha explicado el presidente de la Fed.
Según ha apuntado, el banco central estadounidense está muy atento a los riesgos, aunque ha incidido en que “la economía estadounidense es muy fuerte y está bien posicionada para soportar una política monetaria más estricta”.