Los miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) reafirmaron su compromiso con la subida de tipos de interés. Y una vez que hayan llegado al nivel que consideren adecuado mantendrán las tasas altas con el objetivo de que la inflación se reduzca al 2% marcado. Sin embargo, algunos de ellos señalaron que se sería importante “calibrar” las alzas para mitigar los riesgos.
Así se desprende de las actas de la última reunión de política monetaria que mantuvo el banco central estadounidense y que han sido publicadas este miércoles.
“Varios participantes señalaron que, particularmente en el actual entorno económico y financiero global altamente incierto, sería importante calibrar el ritmo de un mayor endurecimiento de las políticas con el objetivo de mitigar el riesgo de efectos adversos significativos en las perspectivas económicas”, consta en los documentos.
En la cita, que tuvo lugar el 20 y el 21 de septiembre, muchos de los miembros de la institución enfatizaron que “el coste de tomar pocas medidas para bajar la inflación probablemente superaba el de tomar demasiadas”.
Al término del encuentro, la Fed anunció un nuevo incremento de 75 puntos básicos -como ya hizo en junio y julio-, para situar el precio del dinero en el rango de entre el 3% y el 3,25%, unos niveles que no se alcanzaban desde 2008. Su presidente, Jerome Powell, prometió después que "seguirían hasta estar seguros de que el trabajo está hecho".
IPC
En total, el banco central estadounidense ha subido los tipos de interés 300 puntos básicos con el objetivo de doblegar la escalada de los precios. En Estados Unidos, la tasa de inflación se situó en agosto en el 8,3% en comparación interanual, más de cuatro veces por encima de la meta del 2% marcado por la Fed.
Este jueves se conocerá el índice de precios al consumo (IPC) de Estados Unidos de septiembre. Se espera que la tasa interanual de la inflación se haya reducido al 8,1% en el octavo mes del año, cuatro décimas menos que en julio.
Las recientes caídas de las materias primas, especialmente del petróleo, han incrementado el optimismo en torno a que los precios ya hayan tocado techo en Estados Unidos. Al menos, en lo que a la tasa general se refiere.
Por el contrario, la tasa subyacente, aquella que no tiene en cuenta ni la energía ni los alimentos frescos -por ser los componentes más volátiles-, habría escalado al 6,1%, desde el 5,9% anterior, según las estimaciones de los expertos.
Reunión de noviembre
Las últimas semanas han supuesto un punto de inflexión en los mercados financieros. En algunos momentos del ejercicio, los inversores se habían aferrado a la convicción de que la Fed daría rápidamente marcha atrás el año que viene y recortaría las tasas ante la ralentización del crecimiento y el aumento del desempleo.
En sus últimos comentarios, los miembros de la Fed se han cerrado abiertamente a esa expectativa, al subrayar que esperan que los tipos de interés se mantengan elevados durante algún tipo una vez que las subidas hayan concluido.
El último diagrama de puntos -o dot plot- refleja que los propios miembros de la Fed esperan que los tipos de interés se sitúen en el 4,4% a finales de año y en el 4,6% el próximo ejercicio. La próxima reunión tendrá lugar los días 1 y 2 de noviembre.