El Banco Central Europeo (BCE) está preparado para "responder según sea necesario" con el fin de preservar la estabilidad financiera en la eurozona e impedir el efecto contagio de la caída y rescate de Credit Suisse, según ha dicho este lunes su presidenta, Christine Lagarde.
Lagarde sostiene que el sector bancario europeo es "sólido y resistente" al nuevo entorno de altos tipos de interés y está mucho mejor preparado que en la crisis de 2008. Pero incluso en el peor de los escenarios, el BCE cuenta con instrumentos suficientes (o puede inventar otros nuevos) para proporcionar liquidez sin límites a las entidades si la situación así lo exige, ha insistido.
"Estamos siguiendo de cerca la evolución del mercado y estamos preparados para responder según sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro", ha asegurado la presidenta en una comparecencia ante el comité de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
Lagarde ha explicado que el BCE sigue de cerca las "tensiones financieras" y examina de forma regular la capacidad de los bancos de la eurozona de gestionar diferentes riesgos, incluidos los derivados de la abrupta subida de tipos de interés. Y el resultado de esta evaluación continua es muy positivo.
"Tenemos mucha confianza en que las posiciones de liquidez y capital de los bancos europeas son muy satisfactorias, con ratios de capital significativos y ratios de cobertura de liquidez que superan en mucho los requisitos. Esto nos ha llevado a reconfirmar de nuevo (y estoy contenta de repetirlo aquí) que el sector bancario de la eurozona es resiliente, con posiciones sólidas de capital y liquidez", ha señalado.
Subidas de tipos
"Pero en cualquier caso, estamos preparados -con nuestra caja de herramientas- para suministrar apoyo de liquidez al sector financiero de la eurozona. Y si las herramientas no fueran suficientes, sé que nuestros expertos son capaces de realizar los ajustes y recalibrados necesarios con el fin de hacer frente a cualquier riesgo de liquidez que detectemos", ha insistido Lagarde.
La presidenta ha reiterado que "no hay contradicción entre la estabilidad de precios por un lado y la estabilidad financiera por el otro", ya que el BCE utiliza diferentes tipos de herramientas para hacer frente a los riesgos en los dos ámbitos.
En este sentido, Lagarde ha dejado claro que ve necesarias más subidas de tipos para devolver la inflación al objetivo del 2%. Pero ha supeditado las decisiones futuras del BCE en materia de tipos a que la actual crisis bancaria no dañe la recuperación económica. El actual nivel de incertidumbre no permite dar orientaciones más claras, ha señalado.
"En este momento no puede decirse cuál será nuestro próximo movimiento. Lo que está claro es que nos queda más terreno por recorrer si nos basamos en nuestro actual escenario central. Pero tenemos que estar atentos a los acontecimientos", ha dicho Lagarde a los eurodiputados. "Pero en último término, tenemos que reducir la inflación al 2% al medio plazo", ha apostillado.
A la hora de decidir sobre futuras subidas de tipos, el BCE se basará en la última información disponible. Y tendrá en cuenta tres factores principales: las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria.
Lagarde ha pedido de nuevo a los Gobiernos que pongan fin a las ayudas energéticas universales y las sustituyan, si es necesario, por medidas más selectivas concentradas en los hogares y empresas más vulnerables. De lo contrario, la política presupuestaria y entrará en contradicción con la política monetaria y obligará al BCE a subir todavía más los tipos".