Este miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantendrá los tipos de interés pese a la fortaleza de la economía estadounidense. Al menos eso es lo que descuenta el mercado. Si se cumplen los pronósticos, las tasas de referencia continuarán en el actual rango de entre el 5,25% y el 5,5%, máximos desde 2001.
Asimismo, la Fed mantendrá el freno en dos reuniones consecutivas, algo que no ocurría desde que entre marzo de 2020 y marzo de 2022 dejó las tasas en el rango de entre el 0% y el 0,25%.
“Es probable que los funcionarios de la Fed crean que han hecho lo suficiente para que el crecimiento se ralentice y, con el tiempo, la inflación vuelva a su objetivo”, subrayan los expertos de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Los datos macroeconómicos publicados desde la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) han dejado claro que la economía estadounidense sigue avanzando sin mostrar síntomas de recesión a corto plazo. Exactamente, el Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos creció un 4,9% en el tercer trimestre del año respecto al mismo periodo del año anterior. Se trató del ritmo de expansión más rápido desde finales de 2021.
“Los consumidores estadounidenses siguen sin inmutarse por las estrictas condiciones financieras -en septiembre las ventas minoristas crecieron al ritmo más rápido de los últimos quince meses-, y el mercado laboral sólo ha mostrado ligeros indicios de enfriamiento”, explican los expertos de Ebury. En septiembre se crearon 336.000 nuevos puestos de trabajo.
Rentabilidad de la deuda
Pero en Ebury consideran que “los impresionantes datos del PIB de la semana pasada no son suficientes para obligar a la Fed a llevar a cabo otra subida de tipos en el ciclo actual”.
Su razonamiento se basa en que la inflación subyacente estadounidense sigue moderándose -hasta el 4,2% en septiembre-, en que el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro está endureciendo las condiciones monetarias y en que los datos económicos aún no reflejan por completo el impacto de las anteriores subidas de tipos.
Exactamente, la rentabilidad del bono de Estados Unidos a 10 años subió la semana pasada por encima del 5% por primera vez en más de dieciséis años, lo que implica una subida de más de 130 puntos básicos desde mediados de julio. El interés ofrecido por la deuda a 2 y 30 años también superó dicho nivel, aunque en la actualidad se sitúa en niveles más moderados.
“El aumento del rendimiento de los bonos a largo plazo en los últimos meses representa un endurecimiento de las condiciones financieras y, en igualdad de condiciones, obliga a los miembros de la Fed a hacer menos con la política monetaria”, subrayan los expertos de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Futuras subidas
Pero el hecho de que la institución que preside Jerome Powell no suba los tipos de interés ahora no impide que los eleve en el futuro.
Los expertos de J. Safra Sarasin Sustainable AM sospechan que “si la economía real sigue sorprendiendo al alza y la inflación repunta en las próximas semanas, la Fed no dudará en subir de nuevo los tipos en diciembre o en el primer trimestre de 2024”.
“Ciertamente, [la Fed] estará preocupada por el hecho de que las actuales tasas de crecimiento dificulten el retorno de la inflación al objetivo y, si no hay signos de ralentización en diciembre, volverá a plantearse una subida”, añaden desde abrdn.
“Lo que está claro es que mientras la economía real se mantenga fuerte, la Reserva Federal no insinuará ningún recorte de tipos, sino más bien la posibilidad de tener que hacer algo más para frenar la inflación”, subrayan de nuevo los expertos de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
En estos momentos, los mercados de futuros descartan casi por completo una subida inmediata y sólo asignan una posibilidad entre tres a que tenga lugar otro incremento de 25 puntos básicos a finales de enero.