La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, se ha esforzado en su rueda de prensa de este jueves por alejar la perspectiva de un recorte de los tipos de interés. El BCE se distancia así de la Reserva Federal de Estados Unidos, que anticipa un recorte de 75 puntos básicos en 2024.

Lagarde argumenta que el precio del dinero debe mantenerse en el actual nivel máximo del 4,5% (como ha hecho el Consejo de Gobierno en su reunión de este jueves) durante el tiempo suficiente para garantizar que la inflación baje de forma sostenible al objetivo del 2%, aunque ha evitado concretar cualquier plazo. La posibilidad de bajar los tipos ni siquiera se ha hablado en el Consejo de Gobierno.

La presidenta ha vuelto a reclamar a los Estados miembros que supriman cuanto antes todas las ayudas energéticas, ya que de lo contrario obligarán al BCE a endurecer más su política monetaria. "El apoyo fiscal discrecional que se concedió para compensar los altos precios de la energía debe retirarse", ha reclamado.

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"Cuando se ve lo rápido que ha bajado el precio de la energía, tanto del gas como del petróleo, está totalmente injustificado y probablemente sea injustificable mantener estas medidas", alega Lagarde, que pide también a los Gobiernos que reduzcan la deuda.

En materia de tipos, la presidencia ha eludido dar pistas claras sobre la senda que pretende seguir en los próximos meses y se ha limitado a señalar que el BCE tomará sus decisiones basándose en los últimos datos disponibles y reunión a reunión.

Lagarde ha admitido que los precios bajan más rápido de lo esperado, pero subraya que la inflación doméstica todavía se resiste, en particular debido a las subidas de salarios. La evolución de los salarios será el principal indicador que el BCE tendrá en cuenta en los próximos meses.

"No hemos discutido sobre recortes de tipos para nada. Ni debate ni discusión sobre este tema. Todo el mundo en la habitación considera que entre las subidas y las bajadas hay toda una meseta en la que hay que mantenerse", sostiene la presidenta.

"Creemos que aún no es hora de bajar la guardia. Consideramos que todavía queda trabajo por hacer, que puede consistir en mantenernos", ha insistido Lagarde.

En el comunicado hecho público al término de la reunió, el BCE asegura tener "la determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2% a medio plazo".

"Sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno considera que los tipos de interés oficiales del BCE están en niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial a este objetivo. Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario", concluye el comunicado.