El BCE recorta por cuarta vez los tipos de interés en 0,25 puntos, hasta situarlos en el 3%
- La institución dirigida por Christine Lagarde revisa la baja sus previsiones de crecimiento y confía en alcanzar el objetivo de 2% de inflación en 2025.
- Más información: Europa tendrá que combatir los aranceles de Trump con una política más agresiva en la bajada de los tipos de interés
El Banco Central Europeo (BCE) ha ejecutado este jueves el cuarto recorte de los tipos de interés desde junio (y el tercero consecutivo tras una pausa en julio) por valor de 0,25 puntos, hasta situar en el 3% la tasa aplicable a la facilidad de depósito, que es la que guía ahora la orientación de la política monetaria.
La institución dirigida por Christine Lagarde alega que el proceso de desinflación "sigue avanzando", mientras que la actividad económica de la eurozona sigue dando muestras de debilidad y sufre por las turbulencias en Francia y Alemania. Aún así, el BCE ha optado por la prudencia con el recorte de un cuarto de punto, porque la inflación interna sigue siendo elevada. No obstante, Lagarde ha relatado que algunos miembros del Consejo de Gobierno han defendido un ajuste mayor de medio punto, aunque al final se han sumado al consenso.
Esto sucede en un momento en que los técnicos del BCE han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento y prevén ahora "una recuperación económica más lenta". La eurozona apenas crecerá un 0,7 % este año (una décima menos de lo que se esperaba en septiembre), un 1,1% en 2025 (un recorte de dos décimas) y un 1,4% en 2026 (una décima menos).
"La recuperación estimada se basa principalmente en el incremento de las rentas reales, que debería permitir a los hogares consumir más, y a las empresas aumentar la inversión. Con el tiempo, la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva debería respaldar una recuperación de la demanda interna", dice el comunicado hecho público al término de la reunión.
En cuanto a la inflación, Fráncfort estima que se situará en promedio en el 2,4% en 2024 (una décima de lo que había calculado en septiembre) y bajará al 2,1% en 2025 y al 1,9% en 2026 (igual que en las previsiones de septiembre).
"La mayoría de los indicadores de la inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará de forma sostenida en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2% a medio plazo. La inflación interna ha descendido, pero sigue siendo elevada, principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la fuerte subida anterior de la inflación con un retraso considerable", señala el BCE.
Esta nueva bajada de tipos se dejará sentir en primer lugar en un abaratamiento de hipotecas y créditos, aunque su impacto está ya descontado en buena medida. Bruselas espera además que la disminución del precio del dinero sirva para impulsar la anémica actividad económica en la eurozona.
Con el recorte de este jueves, el tipo de interés de la facilidad de depósito (es decir, lo que cobran las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort) se reduce al 3%, su nivel más bajo desde marzo de 2023. La tasa aplicable a las operaciones principales de financiación se queda en el 3,15%, mientras que la facilidad marginal de crédito (lo que pagan los bancos por la financiación a un día) baja al 3,4%.
Los analistas esperan que el BCE siga recortando el precio del dinero en cada reunión de la primera mitad de 2025, con el objetivo de llevar los tipos al 2% en junio.
Lagarde se enfrenta ahora a un horizonte especialmente complicado. Por un lado, la inflación de la eurozona repuntó tres décimas en noviembre debido al menor descenso de los precios de la energía, hasta situarse en el 2,3%. El IPC rebasa así de nuevo ligeramente el objetivo del 2% equivalente a la estabilidad de precios fijado por el Banco Central Europeo (BCE).
Por su parte, la inflación subyacente -que excluye energía, alimentos, alcohol y tabaco, los elementos más volátiles- se mantuvo sin cambios en el 2,7% en noviembre. Este es un indicador estructural clave para el BCE a la hora de decidir sobre los tipos de interés.
Al mismo tiempo, los nubarrones en el horizonte para la economía de la eurozona no dejan de aumentar. A la inestabilidad en Francia y la parálisis económica y política en Alemania hay que sumar el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump a partir del 20 de enero y su amenaza de aranceles generalizados a los productos europeos, que según ha avisado Lagarde tendrá graves consecuencias económicas.