Lagarde (BCE) dice que los aranceles de Trump subirán la inflación y recortarán medio punto el crecimiento

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) se ha escudado en el alto nivel de incertidumbre geopolítica para no dar pistas sobre sus próximos movimientos en materia de tipos de interés. En su última reunión del 6 de marzo, el Consejo de Gobierno ejecutó el sexto recorte de los tipos de interés desde junio de 2024 por valor de 0,25 puntos, hasta situar en el 2,5% la tasa aplicable a la facilidad de depósito, que es la que guía ahora la orientación de la política monetaria. Sin embargo, Lagarde señaló entonces la posibilidad de hacer una pausa en el ciclo de bajadas.

"Estamos decididos a garantizar que la inflación se estabilice de forma sostenible en nuestro objetivo de mediano plazo del 2%. Especialmente en las actuales condiciones de creciente incertidumbre, seguiremos un enfoque basado en datos y reunión a reunión para determinar la postura de política monetaria adecuada. No nos comprometemos de antemano con ninguna trayectoria de tipos en particular", ha dicho Lagarde en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.

Lagarde no descarta que el ciclo de recortes de tipos haya llegado a su fin: "Si los datos lo justifican, haremos una pausa"

En cuanto a los aranceles de Trump, la presidenta del BCE ha admitido que la eurozona está "particularmente expuesta" al ser una economía muy abierta al comercio y profundamente integrada en las cadenas de suministro mundiales.

"El análisis del BCE sugiere que un arancel estadounidense del 25% sobre las importaciones procedentes de Europa reduciría el crecimiento de la zona del euro en alrededor de 0,3 puntos porcentuales en el primer año. Una respuesta europea en forma de aumento de los aranceles a las importaciones estadounidenses incrementaría aún más esta cifra, a aproximadamente medio punto porcentual", ha explicado Lagarde a los eurodiputados.

"La mayor parte del impacto sobre el crecimiento económico se concentraría alrededor del primer año después del aumento de los aranceles. Luego disminuiría con el tiempo, pero dejaría un efecto negativo persistente en el nivel de producción", sostiene la presidenta.

En cuanto al impacto de los aranceles de Trump sobre los precios, Lagarde admite que "las perspectivas de inflación se volverían significativamente más inciertas". "En el corto plazo, las medidas de represalia de la UE y un tipo de cambio más débil del euro (resultado de una menor demanda estadounidense de productos europeos) podrían elevar la inflación en alrededor de medio punto porcentual. El efecto se atenuaría en el mediano plazo debido a que la menor actividad económica amortiguaría las presiones inflacionarias", ha señalado la presidenta.

En todo caso, Lagarde ha señalado que estas estimaciones "están sujetas a una incertidumbre muy alta dado que el impacto de los aumentos arancelarios puede ser no lineal, por ejemplo debido a una reconfiguración significativa de las cadenas de suministro globales". "Por supuesto, el alto nivel de incertidumbre política nos exige permanecer vigilantes y preparados para actuar para proteger la estabilidad de precios", ha insistido.

A juicio de la presidenta del BCE, la receta de la UE frente a los aranceles de Trump debería ser una "mayor integración comercial" tanto dentro del mercado único como con otros socios internacionales. "De hecho, el análisis del BCE indica que una integración más estrecha con el resto del mundo podría más que compensar las pérdidas ocasionadas por los aranceles unilaterales, incluidas las represalias".

"En tal escenario, sólo los países que adopten políticas aislacionistas tendrían mucho que perder. Por lo tanto, es importante que la UE siga abierta al comercio, y finalizar rápidamente los recientes acuerdos comerciales con otros socios internacionales sería una señal poderosa", sostiene Lagarde. La UE acaba de firmar nuevos acuerdos con Mercosur, México o Suiza y ha relanzado negociaciones con países como Malasia o India.