ERTE es probablemente la palabra de la que más se habla en España en estos momentos, con permiso del coronavirus. Y lamentablemente las dos están íntimamente relacionadas. En los últimos cinco días, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) se han multiplicado exponencialmente a causa de la restricción en la circulación de personas por esta enfermedad.
Un virus que ha afectado a todos los sectores -principalmente automoción, turismo y restauración- y no sólo a las grandes corporaciones, sino que con especial virulencia al corazón del tejido productivo español: las pequeñas y medianas empresas de menos de veinte trabajadores.
Iberia, Air Europa, Ikea, Volskwagen o Cortefiel son la cara más visible de los ERTEs que las grandes empresas están apurando y que ya se cobran más de 50.000 afectados sólo en Seat, Burger King y Grupo Vips. Si sumamos todos los ERTEs de grandes empresas que se han conocido públicamente desde el jueves, los afectados se elevan a 88.400 empleados.
Air Europa fue la primera aerolínea española que tomó la decisión de aplicar un expediente de regulación de empleo temporal que podría afectar a cerca de 3.600 trabajadores. Por su parte, IAG (Iberia) deberá adaptar su plantilla a la reducción de su capacidad, que se ha fijado en el 75% por la crisis. Del mismo modo, Air Nostrum también ha iniciado un ERTE para 1.400 empleados.
Por su parte, Iberostar cerrará todos su hoteles y pondrá en marcha un ERTE, mientras que los sindicatos de Meliá confirman que ya se han producido más de 260 despidos.
Sector de automoción
El grupo de restauración Zena Alsea, que cuenta con marcas como Vips, Starbucks o Domino's Pizza, entre otras, presentará un expediente en España, donde cuenta con una plantilla de 22.000 personas. Y Burger King aplicará uno que afectará a una plantilla de 14.000 personas. El grupo Tendam (antiguo Cortefiel) también está preparando un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), al igual que Ikea. En ambos casos todavía se estudia el alcance de la medida en la plantilla.
No obstante, en el sector del automóvil es donde más se está dejando sentir la crisis. Seat anunció este lunes un ERTE que incluye al conjunto de toda la plantilla (aproximadamente, 14.800 personas) y específicamente a los 10.500 empleados vinculados a producción.
El gigante norteamericano Ford ha mandado a sus 7.000 empleados de la planta de Almussafes (Valencia) a casa, mientras que Volkswagen Navarra hará lo mismo con sus 5.000 empleados. Nissan ha ampliado los ERTEs que tenía en marcha a sus más de 3.500 empleados en España.
Finalmente, Iveco cerrará su fábrica de Madrid, donde aplicará un ERTE hasta nuevo aviso, y la de Valladolid hasta el miércoles, cuando revisará la situación; en total, 3.100 afectados. Y Renault también ha decidido paralizar su actividad industrial en España, con la previsión de presentar un ERTE para sus empleados durante este periodo, que afectaría a otros 14.000 trabajadores.
Pero no son las únicas. En la última semana -y en especial desde el viernes- cientos de expedientes temporales de pequeñas empresas se agolpan en los despachos de abogados.
Letrados "desbordados"
Los letrados consultados por Invertia coinciden en señalar que están “desbordados” con tanta solicitud. Desde la semana pasada están entrando al menos diez expedientes por cada pequeño despacho y los abogados especializados en derecho laboral están derivando muchos de ellos a otros compañeros y a otras asesorías.
De hecho, confirman a este diario que el sábado y domingo se notificaron cientos de expedientes de pequeñas empresas a sus propios trabajadores, pero no fue hasta este lunes que comenzaron a ser tramitados.
La semana pasada, la crisis del coronavirus y el cierre de los comercios y tiendas estaba circunscrito a Madrid y País Vasco, pero desde la declaración del estado de alarma, las restricciones de circulación y de apertura de tiendas se han extendido a toda España.
De esta manera, a estas alturas son decenas de miles las personas afectadas en un hecho con pocos precedentes en la historia laboral en España. Nunca se han realizado tantos ERTEs en tan poco tiempo en nuestro país y la cifra podría ir a más en lo que queda de semana.
Como ya contó Invertia, los sectores más afectados son restauración, hostelería, comercio y tiendas de ropa o de ocio. A las que habría que sumar turismo e instituciones educativas. El hecho de que grandes compañías como Iberia, Air Europa, Burger King, Ikea, Seat, Volskwagen, VIPS y Cortefiel realicen ERTEs es un buen termómetro de compañías pequeñas que trabajan en estos sectores además de generar un efecto en cadena para quienes son sus proveedores.
Medidas del Gobierno
Realizar un ERTE significa que la empresa paraliza el contrato con su trabajador, que no pierde la antigüedad ni la relación laboral, pero deja de cobrar de la empresa y, por tanto, su salario se abonará como prestación de desempleo. El empleador debe seguir pagando su aportación a la Seguridad Social.
El ERTE debe ser aprobado por la administración laboral. Por tanto, tiene que ser convenientemente justificado, en el caso del coronavirus, por una situación excepcional de alerta sanitaria. Es por ello que se necesita de la gestión de un despacho de abogados o de especialista en leyes laborales.
En este punto surgen dos interrogantes: el paquete de medidas que presentará Pedro Sánchez este martes y que deberá facilitar la realización de estos expedientes haciéndolos menos lesivos para trabajadores y empresas; y la manera en que se tramitarán telemáticamente a partir del miércoles.
En el caso del paquete de medidas, patronal y sindicatos coinciden en pedir que se suspendan las cotizaciones de la empresa, vincular la causalidad a los efectos de coronavirus, simplificar los procedimientos y acortar los plazos de resolución dentro de la necesaria seguridad jurídica.
De esta forma, las medidas aportadas por las Administraciones por motivo de salud pública, entre otras, el cierre de centros y la cancelación de actividades, las restricciones a la movilidad de las personas o mercancías, el aislamiento para evitar el contagio o la carencia de suministros, entre otros, "podrán justificar los ERTE por fuerza mayor".
Presentación telemática
Es así como solicitan que a los trabajadores afectados por estas suspensiones de contrato no se les requiera periodo de carencia -cotizar más de 360 días o cuando sus rentas no superen el 75% del salario mínimo interprofesional- para acceder a la prestación por desempleo y que, después, se les ponga el “contador a cero” de cara a una futura situación de paro.
Las empresas tampoco estarían obligadas al pago de las cotizaciones sociales durante este periodo. Además, en los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción, los agentes sociales creen necesario que se acorten los periodos de consultas de 15 a 7 días.
En el caso de la presentación telemática en muchos sectores dudan de la operatividad del sistema informático que deberá recibir la avalancha de ERTEs que se agolpen en la administración a partir del próximos miércoles y ya con las nuevas condiciones aprobadas por el ejecutivo.
Por el momento, el Gobierno ha ordenado una renovación masiva y automática de las demandas de empleo que sostienen estas subvenciones, al menos en Madrid. “Se procederá a realizar una renovación automática y masiva de las demandas de empleo a efectuar de oficio por el SEPE”. Habrá que ver cómo se articula el sistema para la presentación de ERTEs.