Panorama desolador el que pinta la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el empleo en los próximos meses. La pandemia del coronavirus ha provocado que, a nivel mundial, cerca de 1.250 millones de personas tengan un empleo en sectores con un riesgo elevado de sufrir "drásticos y devastadores" aumentos en los despidos y disminución de los salarios y horas de trabajo.
"Muchas de estas personas están empleadas en trabajos mal remunerados, de baja cualificación y donde una pérdida imprevista de ingresos tiene consecuencias devastadoras", ha alertado la OIT.
Para el director general de la OIT, Guy Ryder, "los trabajadores y las empresas se enfrentan a una catástrofe, tanto en las economías desarrolladas como en las que están en desarrollo".
Medidas a adoptar
Por ello, ha insistido en que "tenemos que actuar con rapidez, decisión y coordinación. Las medidas correctas y urgentes podrían marcar la diferencia entre la supervivencia y el colapso", ha agregado.
La OIT calculó el mes pasado que la crisis generada por el coronavirus provocará que 25 millones de personas acaben en el paro. Sin embargo, con el continuo avance de la expansión este cálculo podría quedarse corto. "Existe un riesgo elevado de que para final de año la cifra sea significativamente más alta que la previsión inicial", ha alertado el ente.
A juicio del organismo, la pandemia del coronavirus, y las medidas aprobadas para contenerla, provocarán que se pierdan el 6,7% de las horas de trabajo a nivel mundial en el segundo trimestre de 2020, lo que equivale a 195 millones de empleos a tiempo completo, según los cálculos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
En un informe publicado este martes, el organismo calcula que entre abril y junio desaparecerán el 8,1% de las horas de trabajo en los países árabes (equivalente a cinco millones de trabajadores a tiempo completo), el 7,8% en Europa (12 millones de empleos) y el 7,2% en Asia-Pacífico (equivalente a 125 millones de puestos de trabajo).
En total, el número de horas de trabajo perdidas en los países más desarrollados alcanzará un 7%, lo que en total equivale a 100 millones de empleos, algo que supera "con creces" a las consecuencias de la crisis financiera de 2008-2009.