Bruselas

La vicepresidenta económica del Gobierno ha tachado este martes de insuficiente el plan de ayuda por valor de 500.000 millones de euros en créditos que ultima el Eurogrupo para hacer frente a la crisis del coronavirus. Nadia Calviño considera que este escudo fiscal -sobre el que todavía no hay acuerdo- constituye sólo una respuesta para la emergencia a corto plazosigue reclamando algún tipo de eurobonos para financiar conjuntamente en la UE los costes de la reconstrucción. 

La decisiva reunión del Eurogrupo comienza marcada por la fractura entre los países del Sur (en particular España, Italia y Francia), que piden más solidaridad a la UE; y los del Norte (encabezados por Alemania y Países Bajos), que mantienen una oposición férrea a cualquier iniciativa de mutualización de la deuda. Las casi dos semanas transcurridas desde el último encuentro no han servido para acercar posturas y no está claro si este martes habrá algún tipo de compromiso. De momento, el inicio del Eurogrupo ha tenido que retrasarse de las 15:00 a las 16:00 horas.

"La etiqueta no es lo más importante en este momento: que se llamen eurobonos o 'coronabonos', eso nos parece secundario. Lo más importante es que estemos unidos en los mercados financieros para garantizar que nuestras economías se recuperarán sin que aumenten las divergencias en la eurozona y en el conjunto de la UE", ha asegurado Calviño durante una rueda de prensa previa al Eurogrupo. 

"No es aceptable que cada país tenga que hacer frente solo a los costes derivados de esta emergencia. Por eso tenemos que trabajar en mecanismos de mutualización y buscar un vehículo -dentro o fuera del marco financiero plurianual"- que pueda servir como fondo de recuperación económica para abordar juntos estas inversiones necesarias", sostiene la vicepresidenta económica.

España exigirá que en las conclusiones del Eurogrupo de este martes figure algún tipo de referencia a la necesidad de seguir trabajando en una iniciativa de reconstrucción conjunta a medio plazo. La decisión final sobre esta cuestión, admite Calviño, la deben tomar los líderes europeos en su próxima videocumbre, que todavía no tiene fecha. "Se trata de un asunto complejo y por tanto a nadie debe sorprender que sea un asunto que debe ser abordado a nivel de los jefes de Estado y de Gobierno", ha dicho.

En todo caso, la vicepresidenta económica cree que el plan de más de 500.000 millones de euros que ultima el Eurogrupo es ya un primer paso positivo. Se trata de una línea de crédito especial del MEDE por valor de 240.000 millones de euros para los Estados; garantías por valor de 200.000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para grandes empresas y pymes; y créditos por valor de 100.000 millones para financiar ERTE y ayudas a autónomos del programa SURE.

El fondo para ERTE, instrumento preferido por España

Calviño ha insistido en que las líneas de crédito especiales del MEDE no deben incluir condiciones específicas por país, ni exigir ningún tipo de reformas ni siquiera en el sector sanitario, sino que deben estar abiertas a todos los Estados miembros en igualdad de condiciones. Una postura que choca con lo que ha defendido este martes en su parlamento su homólogo holandés, Wopke Hoekstra, que reclama imponer condiciones estrictas a los beneficiarios de las ayudas.

En todo caso, la vicepresidenta económica ha repetido que España no se plantea de momento pedir ayuda al fondo de rescate para financiarse porque no tiene problemas para colocar deuda en los mercados. "España no tiene ninguna necesidad en este momento de ningún mecanismo especial de acceso a la liquidez. Estamos teniendo unos resultados muy favorables dentro de los mercados financieros. Estamos abordando nuestro calendario de emisión de deuda pública con resultados positivos en términos de plazo, demanda y tipos", asegura Calviño.

"En este momento no es una cuestión que esté en el horizonte para España, pero nos parece importante ampliar al máximo las posibilidades para que todos los Estados miembros puedan acceder de forma eficaz a los instrumentos de liquidez de los que nos hemos dotado", ha insistido. Es decir, nuestro país se distancia en esta cuestión de Italia, cuyo primer ministro, Giuseppe Conte, volvió a decir ayer "no" al MEDE por considerarlo un instrumento inadecuado".

De los tres pilares de que consta el paquete del Eurogrupo, la vicepresidenta económica se ha congratulado en particular del programa SURE para el empleo propuesto por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Calviño ha recordado que España lleva meses defendiendo en Bruselas un sistema europeo de reaseguro de paro.

El programa SURE, "no es al 100% lo que hubiésemos querido, pero sí una buena base para trabajar" y constituye "un instrumento de apoyo y complemento particularmente adecuado" para España. No obstante, no ha aclarado qué cantidad pedirá para financiar ERTE y ayudas a autónomos.

Países Bajos mantiene su línea dura

El presidente del Eurogrupo, el socialista portugués Mário Centeno, ha dicho que el plan de 500.000 millones que está sobre la mesa de los ministros "es el paquete más grande y ambicioso preparado por el Eurogrupo". "Este plan de emergencia protegerá nuestro tejido económico y social en un momento en el que vamos a entrar en recesión", sostiene Centeno.

No obstante, Centeno ha anunciado que -en línea con las demandas de España, Italia y Francia- pedirá a los ministros de Finanzas que se comprometan a poner en marcha en los próximos meses "un gran plan coordinado de recuperación". "No se trata de sobrevivir al virus, sino de que nuestras economías puedan levantarse de nuevo", ha defendido.

Sin embargo, Países Bajos mantiene su tradicional línea dura, que junto con el rechazo de Italia al MEDE podría hacer naufragar el Eurogrupo. Su ministro de Finanzas ha vuelto a descartar los eurobonos que pide España. "Costaría mucho dinero a Países Bajos. No le veo sentido. Los ciudadanos holandeses normales acabarían pagando la facutura", ha dicho Hoekstra en su Parlamento.

El Gobierno de Mark Rutte también se opone a que el MEDE dé créditos gratis a los países mas golpeados por el coronavirus sin exigir a cambio reformas económicas como defiende Calviño. "En caso contrario, ¿por qué estamos subiendo la edad de jubilación aquí? ¿Por qué fijamos requisitos estrictos para nuestro propio presupuesto?", se queja el ministro de Finanzas.

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