El acuerdo para extender los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ha salido adelante. Tanto los sindicatos CCOO y UGT como la CEOE, que era el órgano sobre cuyo visto bueno al pacto había más dudas, han dado luz verde al consenso alcanzado a última hora de este jueves entre los técnicos de la propia patronal, los sindicatos y el Gobierno. De hecho, el Consejo de Ministros ya ha aprobado el correspondiente real decreto-ley (RDL) para que se aplique.
Fuentes cercanas a la reunión empresarial confirman que se ha optado por dar el sí a un acuerdo que no termina de convencerles. No hay que olvidar que el Ministerio de Trabajo insiste en mantener la prohibición del despido objetivo durante seis meses después de que la empresa empiece a incorporar trabajadores del ERTE, lo cual conducirá a que las empresas acogidas a esta fórmula prácticamente no puedan despedir hasta 2021. Solo podrán hacerlo si hay riesgo de concurso de acreedores.
En cualquier caso, en cuanto el correspondiente RDL se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE), los ERTE por fuerza mayor tendrán vigencia hasta el 30 de junio y quedan desvinculados del estado de alarma. A partir de ahí podrían extenderse en aquellos sectores que se hayan visto más castigados por la crisis del Covid-19, como el turismo aunque será por causas organizativas y no de fuerza mayor a partir de prórrogas que irá aprobando el Consejo de Ministros.
Según ha indicado la ministra de Trabajo, Yolandea Díaz, "el mecanismo de validación" para prorrogar los ERTE más allá del 30 de junio, es decir, dentro de la nueva normalidad, "será una comisión tripartita en la que estarán el Gobierno y los agentes sociales".
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Díaz ha explicado que "el procedimiento será un trabajo muy minucioso. Se ponderará en esa comisión la situación de cada uno de los sectores" que puedan necesitar la susodicha ampliación y se hará un análisis "quincenal" que servirá para decidir las prórrogas.
Cómo serán los ERTE
Entretanto, y mientras se produce la desescalada, el consenso logrado por los agentes sociales el Gobierno indica que habrá dos tipos de ERTE. Según indica el texto, al que ha tenido acceso Invertia y que ya tiene formato de RDL, aquellos que son para empresas que no pueden recuperar la actividad, y otros para todas las compañías que -poco a poco- podrán ponerse en marcha a medida que se recupere la actividad económica durante la desescalada.
De este modo, aquellas compañías que permanecerán paradas durante toda la desescalada se podrán beneficiar de las bonificaciones de las cuotas a la Seguridad Social dentro de los márgenes que ya marca la legislación.
Sin embargo, aquellas que puedan recuperar progresivamente la normalidad verán cómo esas bonificaciones se van reduciendo hasta el 30 de junio, aunque en ningún caso llegarán a cero. Como mínimo, el margen del que quedarán exoneradas será del 40%. Es decir, que no las perderán en ningún momento. En definitiva, que con trabajadores incorporados las empresas se seguirán beneficiando de exoneraciones de cuotas de la Seguridad Social.
Por otro lado, también en el progresivo retorno a la actividad, las prestaciones de desempleo se mantienen y acompañan al retorno paulatino de las empresas.
El visto bueno de CEOE era importante para que el texto se mantuviera. El Gobierno, que en las últimas horas era reluctante a admitir si había acuerdo, estaba dispuesto a seguir adelante con sus planes en el Consejo de Ministros, incluso sin él. Eso sí, si la patronal finalmente no hubiera participado, como ha contado Invertia, las condiciones serían diametralmente distintas.
Beneficios para fijos discontinuos
Pero hay más detalles de importancia en el documento en lo que corresponde a los beneficios sociales que permiten los ERTE para trabajadores y empresas. Por un lado, marca el final de las prestaciones de desempleo sostenidas por la Seguridad Social en el 30 de junio… con una excepción.
Se trata de los trabajadores fijos discontinuos, es decir, aquellos que se incorporan solo para determinados periodos o compañas. Todos los actores del Diálogo Social (Gobierno, sindicatos y patronal) admiten la especial precariedad en el que queda este colectivo por la crisis generada por el coronavirus, razón por la cuál la prestación de desempleo que ya reciben en el marco de los ERTE se ampliará hasta diciembre.
Por otro lado, el documento ya avisa, como han venido haciendo las responsables ministeriales en las últimas semanas, de que las empresas que se acojan a los ERTE no podrán tener su domicilio fiscal en paraísos fiscales ni podrán repartir dividendos en 2020. Si lo hacen, tendrán que pagar las cuotas de Seguridad Social de las que han sido exoneradas.
Con una excepción. Las empresas de menos de 50 trabajadores sí que podrán repartir dividendos.