Aunque el 80% de las empresas ha tratado de adaptar su actividad para no parar frente al coronavirus potenciando el teletrabajo, el margen de mejora que hay en este tema es enorme, según el Banco de España. En concreto, el organismo asegura que hasta un 30,6% de los empleos podría desarrollarse desde el domicilio.
Llegar a esa cifra supondría un avance sin precedentes, ya que en este momento tan sólo el 7,6% de los trabajadores desarrolla su trabajo desde casa, según datos de Eurostat. Una cifra muy por debajo de la media europea (13%) y muy alejado de niveles de los países del norte como Países Bajos o Suecia en donde más del 30% de los empleados desarrollan su actividad laboral de forma remota.
Son datos que aparecen en el informe El Teletrabajo en España en el que se muestran cuáles son los sectores de actividad “con más potencial” para aumentar la proporción de ocupados que trabajan desde casa. Entre ellas, las actividades financieras y seguros, la información y las comunicaciones o las actividades inmobiliarias, que se encuentran entre las que más empleaban esta fórmula de trabajo hasta ahora.
Sectores donde no es posible
Hay otros como el transporte y el almacenamiento, el suministro de energía eléctrica, la administración pública y el comercio, que prácticamente no recurren el teletrabajo y en el que el Banco de España también encuentra un gran potencial de mejora. Sin embargo, reconoce que en otros como la agricultura, la construcción, la hostelería y el servicio doméstico, la posibilidad de teletrabajar “es limitada”.
Más allá del potencial existente, el organismo que lidera Pablo Hernández de Cos se fija también en lo que está ocurriendo en este momento. Son los autónomos los que trabajan ocasionalmente desde casa “con más frecuencia”, algo que no es raro si se tiene en cuenta que en muchas ocasiones es su casa.
Si se mira qué ocurre entre los asalariados, “la prevalencia es algo mayor para los trabajadores con contrato indefinido y, dentro de este colectivo, el predominio del teletrabajo aumenta con el número de años de experiencia laboral”. Se da sobre todo entre las empresas medianas, de entre 50 y 250 empleados. De hecho, en los últimos años ha pasado del 16% de sus trabajadores a casi el 20%.
Por comunidades autónomas, aquellas en las que el trabajo a distancia es más habitual son Asturias, Baleares, Ceuta y Melilla y Aragón. En la parte contraria están La Rioja, Canarias, Navarra, Cantabria, Murcia, Castilla La-Mancha, País Vasco y Extremadura.
Los problemas
Aunque el Banco de España es partidario de que, poco a poco, la presencia del teletrabajo vaya teniendo más peso en la economía española, también reconoce que tiene algunos problemas. Para echa mano de algunos estudios y encuestas en donde los trabajadores sostienen que echan de menos la “falta de comunicación con los colaboradores, la sensación de trabajar en solitario y la dificultad para desconectar”.
En el lado contrario, se valora positivamente “la flexibilidad para distribuir la jornada laboral y realizar tareas en distintos lugares y el no tener que perder el tiempo en desplazamientos”.
Ante esta situación, el regulador recuerda que hay muchos estudios que aconsejan “favorecer el teletrabajo, pero no de forma continuada, sino alternando el trabajo en casa con la presencia física en la empresa”. E insiste en que el trabajo en remoto “puede convertirse en una buena opción para alargar la vida laboral de los trabajadores, ya que la flexibilidad horaria es algo que valoran especialmente las personas que se aproximan a la edad de jubilación”.
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