Francia ha inaugurado una nueva vía para la lucha contra los efectos más perniciosos del coronavirus. El país vecino ha emitido este lunes el mayor bono social de la historia para financiar los pagos de su seguro estatal de desempleo. Ha captado 4.000 millones de euros a través de Unédic, la institución responsable de estos subsidios.
La colocación ha registrado una fuerte demanda, por hasta 7.750 millones de euros, lo que supone 1,93 veces el importe adjudicado. Así lo ha explicado Natixis, que ha sido el único banco estructurador y colocador de la emisión inaugural de los bonos sociales de Unédic. La operación se celebró el pasado 15 de mayo, si bien los detalles de la misma no han trascendido hasta este lunes.
El nuevo bono social es con vencimiento en noviembre de 2026. Además, la demanda cosechada en esta emisión ha supuesto el mayor volumen de pedidos generado por una emisión de Unédic.
El destino de los fondos conseguidos con esta emisión está en extender los programas estándar de seguro de desempleo e implementar un esquema excepcional de retención de trabajo que involucra el trabajo subsidiado a tiempo parcial, lo que cubre a más de 12 millones de empleados del sector privado en Francia.
Estos bonos cumplen con los Principios de Bonos Sociales de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA). El director financiero de Unédic, Jun Dumolard, ha señalado que “además de las medidas de emergencia implementadas, también proporciona contribución financiera para apoyar las actividades de Pôle Emploi, la agencia francesa de solicitantes de empleo.