El Gobierno, poco a poco, va dando pasos para legislar el teletrabajo, que ha permitido que las empresas mantuvieran su actividad durante el confinamiento al que se ha tenido que someter la población por la crisis sanitaria del Covid-19, y que se podría repetir en otoño.
El Ministerio de Trabajo está elaborando una norma para abordar las necesidades regulatorias que requiere el intensivo uso del teletrabajo que se ha hecho en los últimos meses y que incluye que las empresas compensen a los trabajadores por los gastos que han tenido que hacer para poder hacer su labor de manera telemática. Para ello ha publicado una “consulta pública previa a la elaboración de un proyecto normativo sobre la modificación y elaboración de las condiciones para prestar trabajo por cuenta ajena a distancia” .
Con la nueva norma, el Gobierno quiere “proporcionar una regulación suficiente que dé respuestas a diversas necesidades, equilibrando el uso de estas nuevas formas de prestación de trabajo por cuenta ajena y las ventajas que suponen para empresas y personas trabajadoras, de un lado, y un marco de derechos que satisfagan, entre otros, los principios sobre su carácter voluntario y reversible" y "el principio de igualdad de trato en las condiciones profesionales, en especial la retribución incluida la compensación de gastos”, tales como la conexión a internet, el consumo de energía o incluso el equipo, si la empresa no lo ha proporcionado.
Además, la norma también pretende garantizar “la promoción y la formación profesional, el ejercicio de derechos colectivos, los tiempos máximos de trabajo y los tiempos mínimos de descanso, la distribución flexible del tiempo de trabajo, así como los aspectos preventivos relacionados básicamente con la fatiga física y mental, el uso de pantallas de visualización de datos y los riesgos de aislamiento”.
La nueva legislación también procurará “certezas para personas trabajadoras y empresas sobre la utilización del trabajo a distancia incluida dentro del derecho de conciliación, incluyendo los requisitos necesarios para un ejercicio equilibrado y corresponsables entre mujeres y hombres. Por último, es necesario introducir los elementos precisos para asegurar que el trabajo a distancia y el empleo de los dispositivos digitales y otras formas de trabajo en red, no supongan una desprotección o merma de los derechos a la privacidad, sin perjuicio de las formas de control empresarial que puedan ejercerse”.
Quienes lo deseen podrán presentar aportaciones a la norma que elabora el Ministerio de Trabajo hasta el 22 de junio aquí.
Cabe recordar que el teletrabajo, a pesar de haber sido un salvavidas en tiempos de confinamiento, también ha generado disfunciones. De media, los trabajadores telemáticos han aumentado su jornada laboral en dos horas diarias. Además, los expertos alertan del impacto que puede tener el aislamiento social sobre las personas que estén de forma permanente en esta fórmula.
Convenios colectivos
Sin embargo, la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT reclama dar pasos ya y ha pedido que se empiece a regular el teletrabajo y sus condiciones laborales en el marco de la negociación colectiva.
Según ha señalado el sindicato en un comunicado, el teletrabajo ha demostrado a las empresas que hay un aumento de la productividad y una reducción de los costes fijos. Por ello, cree que es necesario que mediante la negociación colectiva se plasme en el convenio correspondiente.
Así, ha remarcado que si el empresario impone al profesional el teletrabajo tras el coronavirus, también mediante la negociación colectiva se debe plasmar que la empresa alquile el espacio utilizado por los trabajadores y que pague una tarifa fija mensual o prorrateada en función del espacio por uso, conexión, energía, calefacción, limpieza y otros costes de mantenimiento.
En el caso de que la empresa no proporcione el equipo de trabajo adecuado, el sindicato dice que reivindicará que el profesional tenga derecho al reembolso de los gastos asociados con el establecimiento del lugar de trabajo, incluyendo el coste de la compra de muebles, ordenadores o suministros de oficina, así como la posibilidad de deducción fiscal por los gastos de teletrabajo "siempre y cuando éste se realice de manera permanente y con un máximo anual que se negocie en el convenio colectivo".
UGT también cree que la negociación colectiva de los trabajadores también tiene que recoger el derecho a la desconexión, al control horario y el pago de horas extras. "Estamos hablando de organización del trabajo no de una fórmula de conciliación", ha añadido.