La consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha querido reivindicar, "ahora más que nunca, la importancia de las políticas activas de empleo", y ha insistido en abogar porque los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se mantengan "todo lo que sea necesario", en tanto que son "una herramienta adecuada para esta circunstancia excepcional" marcada por la pandemia del coronavirus.
Así lo ha trasladado la consejera en una entrevista concedida a Europa Press en la que ha reconocido que el escenario que se dibuja actualmente en materia de empleo le "genera una tremenda preocupación", porque, "después de encauzar los negativos efectos de la anterior crisis, la llegada del Covid-19 y el severo confinamiento impuesto por el Gobierno ha supuesto un nuevo contexto muy desfavorable, en el que una parte muy importante de la actividad económica va a depender de un factor exterior sobre el que no podemos actuar hasta no disponer una vacuna o de fármacos efectivos".
La consejera ha subrayado que los ERTE "están actuando como barrera de protección", de ahí que "su desaparición en la situación actual implicaría un muy grave problema, al afectar seriamente en la renta de sustitución de muchas personas y la viabilidad de las empresas".
La titular andaluza de Empleo ha puesto de relieve que "las estadísticas nos revelan ya la gravedad de la situación", y en ese sentido ha destacado que el paro registrado alcanzó en el mes de julio las 958.195 personas en Andalucía, 205.396 más que en el mismo mes del año anterior, mientras que la Encuesta de Población Activa (EPA), que por su metodología no contabiliza a "muchos parados que durante el estado de alarma no han podido tener una búsqueda activa de empleo y han sido clasificados como 'inactivos' en vez de como desempleados", deja "el significativo dato de una pérdida en el trimestre de 198.100 ocupados, y una disminución de activos de 246.300 en la que sí están incluidos muchos de los que han perdido su empleo entre abril y junio".
Ha recordado, además, que entre abril y junio, el PIB español cayó un 18,5%, y un 22,1% en tasa interanual, alcanzando "los peores datos de la historia reciente de España, y sólo equiparables a los que se produjeron durante la Guerra Civil española".
"Estamos hablando de que se ha perdido una cantidad equivalente al montante del importe de las pensiones de los diez millones de jubilados durante diez años, una caída mucho mayor que el del resto de las economías europeas, la peor de toda la zona euro, lo que evidencia que los sectores de la economía española son mucho más sensibles a las restricciones de movilidad que ha traído el virus", según ha subrayado la consejera.
"Infierno de obstáculos burocráticos"
Sobre los ERTE "por fuerza mayor, que han sido la herramienta elegida por el Ministerio de Trabajo y Economía Social para amortiguar las consecuencias en el empleo de la crisis económica", la consejera ha apuntado que "la fórmula para su tramitación no es la que nosotros hubiéramos preferido, porque se ha hecho pasar a las empresas y a los trabajadores por un infierno de obstáculos burocráticos en el SEPE -Servicio Público de Empleo Estatal- que se podían haber evitado", y "todavía hay trabajadores que no han cobrado sus prestaciones".
No obstante, "ha sido una medida acertada para amortiguar el impacto social del estado de alarma", según ha sostenido la consejera, quien ha detallado que ha llegado a haber durante la pandemia un total de 428.671 afectados por ERTE en Andalucía, a los que hay que sumar otros 62.702 trabajadores andaluces en expedientes presentados en el Ministerio de Trabajo.
"Una parte de ese enorme contingente se ha reincorporado a la actividad, pero tenemos un buen porcentaje de la economía aún inactiva", según ha advertido la consejera de Empleo antes de abogar por que "el Ministerio sea sensible a las peticiones de los agentes económicos y sociales y prorrogue más allá del 30 de septiembre los ERTE para los sectores económicos más afectados por la crisis, y que se permita una reincorporación progresiva y flexible de los trabajadores para que las empresas se puedan adaptar a la situación".
Tras remarcar que "hay que evitar que los ERTE se conviertan en ERE", la consejera ha advertido de que, "aún con la prórroga de los mismos, las empresas tienen que seguir abonando cotizaciones sociales, aunque en porcentajes inferiores, y desconocemos si aquéllas serán capaces de aguantar esta situación", según ha apostillado.
No obstante, ha matizado que, "a diferencia de la crisis de 2008, provocada por un engordamiento ficticio de actividad empresarial sostenido en una burbuja con una ingente emisión de deuda, la situación actual esperamos que tenga una duración coyuntural".
Incertidumbre
En esa línea, ha puesto de relieve que "nos movemos es un escenario donde la incertidumbre es muy alta, aunque debemos ser ya conscientes de que las perspectivas iniciales de una recuperación rápida, en V, están ya hoy descartadas por prácticamente todos los analistas económicos", y "el panorama de rebrotes de las últimas semanas agrava además la situación y acaba, por ejemplo, con las perspectivas de la recuperación del turismo este verano".
Como consejera de Empleo, Rocío Blanco reivindica "ahora más que nunca la importancia de las políticas activas de empleo", argumentando que "son muy necesarias, a pesar de que desde el Ministerio de Trabajo no lo haya entendido así, y haya sustraído en la última conferencia sectorial a los trabajadores andaluces ocupados y desempleados 202 millones de euros", según ha criticado.
También ha defendido que, al iniciar la legislatura, desde la Consejería de Empleo plantearon "cambios profundos en la Consejería que ahora se muestran imprescindibles para afrontar la recuperación económica", como la "reforma integral" del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), el perfilado estadístico, la recuperación de la formación profesional para el empleo o el "apoyo intenso" a los trabajadores autónomos.
"No hemos venido a hacer lo mismo que se ha estado haciendo durante casi cuatro décadas con unos resultados que no han sido los mejores, sino a cambiar las cosas", ha defendido en esa línea la consejera antes de manifestar que "la administración necesita más rigor, procedimientos más ágiles y eficaces, basados en el uso de las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial, el 'big data', la automatización de los procesos y evaluación de las políticas aplicadas, cuestiones hasta ahora ausentes en la Consejería de Empleo, pero que ya se están aplicando", según ha remarcado.
Igualmente ha defendido que en esta crisis del coronavirus "hemos tenido que afrontar una avalancha sin precedentes de ERTE, y se ha respondido ejemplarmente", así como "hemos inyectado liquidez a trabajadores y empresas con medidas como una ayuda para dotar de liquidez a los autónomos y una línea de avales exprés", y la Junta ha destinado 61,47 millones de euros a la nueva convocatoria de incentivos para fomentar la creación, el mantenimiento y la adaptación de puestos de trabajo ocupados por personas con discapacidad, tanto en Centros Especiales de Empleo como en empresas ordinarias.
Asimismo, con la Iniciativa para la Activación, Impulso y Recuperación del Empleo (AIRE) "nos hemos dirigido especialmente a los trabajadores temporales, los grandes olvidados en las medidas que se han tomado durante la pandemia, tendiéndoles un puente hasta la próxima primavera, cuando el sector privado tenga nuevo pulso", según ha abundado la consejera, quien ha avanzado además que "preparamos medidas para el mantenimiento del empleo para los próximos meses, cuando estimamos que serán más necesarias".