La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha tenido efectos colaterales entre los trabajadores más vulnerables en España. Así lo asegura el Fondo Monetario Internacional (FMI) tras analizar el incremento salarial que ha venido realizando España para esos asalariados desde el año 2017.
Según un informe que ha presentado este viernes, lejos de haber servido para reducir las desigualdades en nuestro país, la subida del SMI ha provocado que algunos trabajadores con pocos recursos pierdan su empleo.
"Las consecuencias no deseadas de un aumento del salario mínimo en el empleo habrían contrarrestado parcialmente los efectos positivos sobre los ingresos de los trabajadores con salarios bajos", advierte el organismo en un artículo que acompaña a su informe Spain 2020: Article IV Consulation.
En el análisis que hacen del mercado laboral español, los expertos del fondo con sede en Washington señalan que tras el incremento del SMI en 2017, "la probabilidad de pérdida de empleo para los asalariados con remuneración baja fue más alta". En especial, para los más jóvenes y para aquellos que tenían más de 30 años y que en el pasado habían desempeñado trabajos mal remunerados. Es decir, para los más vulnerables.
Los trabajadores con contratos temporales que viven en comunidades autónomas donde la relación entre el SMI y el salario medio superaba el promedio nacional también se vieron más afectados por este efecto salarial de una subida que se ha ido imponiendo por decreto y no se ha ligado a la productividad.
"Esto sugiere que el impacto negativo del aumento del salario mínimo se ha notado más en las regiones más favorecidas del país", advierte el FMI.
Desde 2017
Tras la subida del SMI en un 8% que se pactó en el año 2017, cuando el PP todavía estaba en el poder, se han adoptado otras subidas mucho más importantes. En los dos últimos años, el aumento del salario mínimo ha superado el 20% en España, hasta situarse en 950 euros mensuales en 14 pagas.
El Gobierno de coalición quiere plantear ahora a final de año a los agentes sociales una nueva subida del SMI pese a que en este momento hay en España un 20% más de parados que hace un año.
Ingreso Mínimo Vital
En un contexto en el que el salario mínimo no ha sido suficiente para combatir la precariedad en España, el FMI enmarca la decisión del Gobierno de aprobar un Ingreso Mínimo Vital.
El organismo reconoce que la desigualdad es un problema para España y considera que hay que abordar medidas para reducirla. En especial, en un contexto marcado por la pandemia en el que esas diferencias se van a agrandar en la sociedad española.
Al FMI le preocupa desde hace años la dualidad que existe en el mercado laboral español. En su estudio sobre España en el año 2020 sus expertos recuerdan que esa situación "persiste y está asociada a una alta volatilidad del empleo, un bajo crecimiento de la productividad y una creciente desigualdad en ingresos".
Empleo temporal
"En una economía que tiene una gran proporción de empleo temporal, el contrato de duración determinada a menudo juega un papel desproporcionado en el ajuste que se produce en el mercado laboral con los ciclos económicos", señala.
En ese sentido, recuerda que la reforma laboral de 2012 se ideó para reducir esa dualidad, pero considera que su impacto ha sido "limitado".
Con la reforma laboral del PP, se adoptaron varias medidas para reducir el coste de contratación y la dualidad, así como para acortar la brecha en la protección del empleo en los dos tipos de contratos con un aumento en la indemnización por despido para los empleados temporales. Pero el FMI cree que esto no ha sido suficiente para arreglar los problemas del mercado laboral.
'Mochila austriaca'
Para atajar este histórico problema del mercado de trabajo español, el FMI pone sobre la mesa una serie de recetas. Entre ellas, figura la reducción del número de contratos, implementar la llamada ‘mochila austriaca’, reducir los costes asociados a la contratación y mejorar la formación tanto de los jóvenes españoles, como de los trabajadores más mayores que tienen que reciclarse para la economía digitalizada.
El organismo recuerda en su informe que España se dispone a abordar un cambio en su Estatuto de los Trabajadores y reclama que este se haga "sin dañar la competitividad".
Igualdad laboral
Además, el FMI está vigilante con la situación de la mujer en el mercado laboral español. Sus economistas consideran que todavía hay brechas entre hombres y mujeres, relacionadas en muchos casos con el reparto de tareas en el hogar.
Y recuerdan que mientras la representación de la mujer en la política ha ido aumentando, el sector privado no ha incorporado al número de mujeres que sería deseable en los puestos de alta dirección.
Ante esta situación, el organismo advierte que la pandemia puede dejar atrás los avances que se habían producido en los últimos años en materia de igualdad, aunque estos no han sido tan determinantes como hubiese sido deseable.