Aunque la prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ha servido para tranquilizar a trabajadores y empresarios (al menos hasta mayo), el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) sigue desbordado. La crisis del mercado laboral provocada por el coronavirus ha llevado a que las oficinas de empleo estén funcionando al 300%, según los trabajadores, y a que suenen tambores huelga.
Tambores que suenan porque la Unión Sindical Obrera (USO) ha anunciado que convocará para marzo dos días de huelga para pedir que se refuerce de manera urgente su plantilla ante la "sobrecarga" y el "agotamiento" de sus trabajadores.
Además, el secretario general de la Federación de Atención a la Ciudadanía de USO, Luis Deleito, ha criticado que el único gesto del Ministerio de Trabajo hacia los Trabajadores ha sido en el plan de choque publicado por el SEPE, "una memoria en la que reconocen la falta de personal, los contratos en fraude de ley de temporales eternos y unas disculpas con bonitas palabras pero sin ninguna solución a corto plazo”.
Sin embargo, y a pesar de que la situación es límite para los trabajadores, como ya ha contado Invertia, no parece que la huelga vaya a prosperar. Uno de los sindicatos mayoritarios entre los trabajadores públicos, CSIF, indica a este medio que no la secundará.
Fuentes del sindicato consideran que su sola convocatoria supone “una irresponsabilidad” dado el trance por el que está pasando España. “La sociedad no lo entendería”, critican. Aunque insisten en las necesidades de reforzar la plantilla considera que se da “el marco para una huelga”.
Desbordados
Ello no significa que la plantilla no esté desbordada. “Ahora mismo estamos con 300% de carga de trabajo respecto al año anterior”, alerta Manuel Galdeano, de CSIF.
El portavoz del área del SEPE del sindicato alerta de que, a pesar de las eventuales mejoras que se han hecho en la gestión de los ERTE, “hay montañas de información que gestionar”.
Aunque se mantiene el refuerzo de personal que el Ministerio de Trabajo incorporó el año pasado, “la cantidad de datos a gestionar es demencial”. Cabe recordar que, además de los ERTE, el SEPE tiene que gestionar a las nuevas prestaciones creadas por el Gobierno en los últimos meses y las personas que se están sumando a la lista del paro.
Por otro lado, Galdeano avisa precisamente, de un fenómeno que ya empiezan a notar en el SEPE: un número sensible de empresas está pasando del ERTE al ERE, una realidad que, alerta, “ya se empieza a evidenciar”.