Los últimos datos del mercado laboral son dramáticos. La pandemia del coronavirus ha llevado a que España supere, por primera vez desde 2016, los cuatro millones de parados. El impacto sobre el tejido productivo también es dantesco. Durante la segunda y la tercera ola de Covid-19, desaparecieron casi 34.000 empresas en España.
Así lo indica la información más reciente del Gobierno, que precisa que en enero desaparecieron del mapa unas 13.458 empresas cotizantes a la Seguridad Social. Es el mes en el que más empresas se han destruido desde que empezó la pandemia junto a noviembre y solo por detrás de marzo. El principio de la crisis sanitaria provocó la extinción de casi 122.000 solo en marzo.
A pesar de que entre mayo y julio se sumaron nuevas empresas cotizantes a la Seguridad Social, gracias al retorno de actividad, las últimas olas de Covid han dado la vuelta a la tortilla. De hecho, desde noviembre el saldo mensual es siempre negativo y desde entonces, y sin conocer la situación de febrero, se han destruido 33.876.
Esto arroja una situación sin precedentes para el tejido productivo español. Respecto a enero de 2020, han desaparecido 101.797 empresas de media. Esto supone, aproximadamente, que España ha perdido un 7% de sus compañías a causa de la pandemia.
Por tanto, quedan 1.375.017 empresas cotizantes a la Seguridad Social, incluyendo las que están en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y, por tanto, en una inactividad parcial o total. La mayoría son pymes, que son las que más han sufrido el impacto de la Covid.
En cambio, la pandemia no ha tenido efectos en las empresas de más de 500 trabajadores según la estadística de la Seguridad Social. De hecho, su número ha aumentado y ha pasado de 2.342 entidades a 2.439, 97 más.
Las previsiones no son positivas. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en su indicador adelantado de PIB, estima que se producirá una caída intertrimestral de la economía del 1,3% entre enero y marzo.
Esto se conoce tras revelarse los datos del mercado laboral correspondientes a febrero, que son un reflejo del parón económico en el que ha estado España en las últimas semanas por las restricciones para contener la tercera ola de la Covid-19.
En febrero, 44.436 personas nuevas se sumaron a las listas de parados, un incremento del 1,12% respecto a enero y la peor subida en este mes desde 2013. Así, nuestro país supera por primera vez los cuatro millones de trabajadores en paro desde 2016, según los datos del Ministerio de Trabajo.
Además, la destrucción de empleo también avanzó en el segundo mes del año. La Seguridad Social perdió más de 30.000 afiliados. El avance de la pandemia y de las medidas para contenerla también se ha dejado notar en el incremento de ERTE. En febrero se registraron 910.000 personas, de media, en esta situación.
Así, el número de trabajadores en ERTE supone el 6,26% del total de afiliados del Régimen General, con una gran concentración sectorial, según indica el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
En concreto, cinco actividades tienen a más del 40% de sus afiliados en ERTE y suman casi medio millón de personas.
El sector que más personas tiene en ERTE es el de servicios de alojamiento, con 119.389 personas, el 63% de sus afiliados. Le sigue el de las agencias de viajes, con un 57% de sus afiliados bajo este instrumento de protección.
Actividades de juegos de azar, transporte aéreo y servicios de comidas y bebidas también tienen entre el 40 y el 50% de sus trabajadores protegidos. El sector de servicio de comidas y bebidas es cuantitativamente el que más personas en ERTE concentra, con 323.084 personas.