¿Es posible una reforma del mercado eléctrico que elimine lo que se ha llamado 'sobrerretribuciones' de determinadas tecnologías? Es un debate que se lleva arrastrando en los últimos años y que, por el momento, no ha llegado a ningún puerto. Sin embargo, el acuerdo al que han llegado PSOE y UP para aprobar las directrices generales de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030 lo incluye.
"Esto es solo un paso previo para aprobar la Estrategia de Desarrollo Sostenible. Marca las líneas generales y los objetivos como cualquier otra estrategia, pero no tiene poder vinculante porque no es una norma", explican a Invertia fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.
Sin embargo, en esa estrategia se deja claro que hay un compromiso de abordar los cambios normativos necesarios para la reforma del mercado eléctrico, "poniendo fin a la sobrerretribución que reciben en el mercado mayorista determinadas tecnologías, cuyo efecto sobre los altos costes de la electricidad en España merece una atención prioritaria".
"Se puede hacer algunos cambios normativos al estilo francés", explica a este diario el experto Javier Colón, de la consultora especializada en el sector Neuro Energía. "La eléctrica EDF, que concentra la generación nuclear del país, tiene un sistema de venta de su electricidad diferente al del mercado mayorista".
"Entiendo que es posible que tecnologías como la hidroeléctrica o la nuclear puedan considerarse como energía de base y pasar a un sistema de retribución de contrato por diferencias, por ejemplo", añade.
En el caso de la nuclear, "hay opiniones en todas las direcciones, y ahora se cuestiona su rentabilidad por los impuestos que pagan, pero es una tecnología que aunque tenga los días contados, es necesaria". Por eso, "habrá que buscar una solución de consenso para que funcionen hasta entonces".
El texto presentado en el Consejo de Ministros también valora que las reformas introducidas en los dos últimos años en el mercado eléctrico, vinculadas con la progresiva incorporación en el sistema energético de tecnologías con costes variables o próximos a cero. Un factor importante a la hora de disminuir el precio de la electricidad, produciendo determinadas disminuciones como la observada en el primer semestre de 2020.
Legalmente posible
"El problema surge de la implementación de la normativa comunitaria cuando se reformó el mercado eléctrico", explica por su parte Piet Holtrop, abogado internacional y socio de Holtrop SLP Transaction & Business Law.
"En 2010 la Unión Europea ya advirtió a España claramente en un documento oficial que la causa de los desequilibrios en los precios eléctricos eran los windfall profits, y lo volvió a reiterar en 2011", añade.
En su opinión, "son activos que se construyeron en su día con fondos públicos, y ahora están sobrecompensados. Lo lógico es que, si se reforma el mercado, sean más un servicio que no participe en el mercado y que reciban una retribución al margen". Además, concluye "jurídicamente es perfectamente posible".
'Windfall profits'
La reforma del mercado eléctrico con la eliminación de los conocidos como windfall profits de estas tecnologías -hidráulica y nuclear- ya estaba incluida tanto en el acuerdo de PGE de 2018 como en el pacto de coalición para el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.
De hecho, el pasado mes de enero se vivió una gran tensión en el precio de la luz por el paso de Filomena en la segunda semana de enero y la ola de frío en la tercera. Una situación que llevó a un episodio coyuntural de subidas alcanzando niveles récord. La reforma del mercado eléctrico volvió a convertirse en tema de debate entre los socios de Gobierno.
El texto sobre las directrices generales para la Estrategia de Desarrollo Sostenible 30 también considera la necesidad de aplicar, paralelamente al despliegue de las renovables y las reformas normativas, criterios de transición justa.
En este sentido, se defiende potenciar el desarrollo del autoconsumo y la mejora de la eficiencia energética de las viviendas, a través de apoyos públicos que atiendan a su capacidad económica real.
A pesar de ello, se considera que España es el quinto país de la UE con la factura eléctrica más cara, lo que contribuye a la incidencia de la pobreza energética que afecta a la población. Es necesario "intensificar" los esfuerzos puestos en marcha para la reducción de la factura eléctrica, particularmente a través del despliegue de las tecnologías renovables, a la vez que se refuerzan y optimizan los mecanismos prestacionales existentes actualmente y se abordan otras medidas de carácter estructural que permitirán reducir la pobreza energética en el largo plazo, dice el texto.