El 30 de marzo iba a ser un día histórico. Los inspectores de Trabajo y Seguridad Social habían convocado el primer día de huelga de su historia. Sin embargo, la cita se ha suspendido y aplazado tras la última oferta del Ministerio de Trabajo, aunque la decisión no ha sido unánime.
La causa está en la última oferta del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Ha ofrecido un incremento de la productividad vinculada a resultados valorado en 6 millones de euros, que iría destinada a todos los inspectores.
Así mismo, el departamento de Díaz se ha comprometido a reforzar la plantilla con 200 interinos y la revisión de la relación de puestos de trabajo (subidas pendientes y reclasificaciones de categorías), que está estimada en otros 13 millones de euros.
Meses
Eso sí: Trabajo ha pedido un plazo de tres meses para recabar la autorización del gasto, que tiene que ser concedida por el Ministerio de Hacienda.
Ha habido mucha división entre la plataforma de sindicatos de los inspectores a la hora de desconvocar la huelga o no. Si bien organizaciones como CSIF y UGT estaban a favor, CCOO y los sindicatos de inspectores y subinspectores de Trabajo reclamaron mantener los paros.
Finalmente, ante la falta de consenso, se decidió suspender la cita. Con todo, CCOO, por ejemplo, no renuncia a sus posturas. "Desde CCOO nunca hubiésemos realizado la desconvocatoria. Se pone en peligro que se materialice el acuerdo del 7 de julio del año pasado y parece dar a entender que con las dos medidas parche se da la solución que necesita la Inspección por conseguida".
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