Pese a la crisis económica generada por la guerra en Ucrania, el mercado de trabajo sigue escapando a su impacto negativo. No solo eso: la reforma laboral ha tenido los efectos deseados por el Gobierno y los contratos indefinidos se dispararon en abril y se firmaron más de 698.000. Es decir, que la mitad de los contratos del mes pasado fueron fijos, con un incremento mensual del 36% y una subida anual del 325%.
Sin embargo, estos datos también tienen su reverso tenebroso. Aunque palía la situación, poner coto a la contratación temporal no evita del todo la precariedad laboral. ¿Por qué? Porque la mayoría de los contratos indefinidos que se firmaron el mes pasado son a tiempo parcial. Concretamente, casi el 60% de ellos.
Así lo indican las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Economía Social. De los indefinidos firmados en abril, solo 284.732 fueron a tiempo completo. El resto, 413.914, fueron para cubrir jornadas parciales. Los primeros experimentaron una subida respecto a abril del año pasado del 177,43%, mientras que los segundos se han disparado un 573,6%.
Este fenómeno acerca a España al modelo laboral alemán, en el que hay escasos problemas de paro, pero, en cambio, la contratación a tiempo parcial es muy habitual. En nuestro país los trabajadores con jornadas laborales 'incompletas' son solo el 14% del total. En Alemania, el país de los 'minijobs', suman el 39%.
Sin embargo, fuentes de los sindicatos indican que este es un fenómeno a vigilar. Si bien los trabajadores ganan seguridad laboral con contratos indefinidos, también pueden perder salario al hacer horarios inferiores.
Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Formación e Igualdad de USO incide en esto. "No basta con tener un contrato indefinido para tener un empleo. También debe ser a jornada completa para tener suficiente para vivir. Y, porcentualmente, crece más la contratación a jornada parcial que la que se hace con jornada completa. Seis de cada 10 contratos indefinidos son de jornada parcial".
"Los contratos fijos discontinuos (16% de los contratos) y el empleo a tiempo parcial (12,1%) ocupan la mayor parte del empleo indefinido", insiste por su parte Javier Blasco, director del Adecco Group Institute.
Contratos formativos
A este experto le preocupa además "la caída de los contratos formativos (-37%), máxime ante el reto de recualificación e inserción laboral de muchos de nuestros desempleados y trabajadores".
Con todo, por ahora, los datos de empleo siguen trayendo buenas noticias. La reducción de la temporalidad en el empleo ha sido también notable en abril en los jóvenes. El 44% de los contratos firmados por los menores de 25 años han tenido carácter indefinido.
En magnitudes acumuladas, se han firmado 1.767.836 contratos indefinidos en los primeros cuatro meses del año. Dicha cifra supone un ascenso de 1.139.943 (181,55%) sobre el mismo periodo del año 2021.
Esto ha llevado a que el 77% de los afiliados a la Seguridad Social tengan contrato indefinido a cierre de abril, lo que supone seis puntos más que antes de la pandemia.
Además, ya se está produciendo un descenso del número de contratos de muy corta duración, tras la introducción del nuevo desincentivo de la Seguridad Social incluido en la reforma laboral.
Según el Ministerio de Seguridad Social, los contratos de menos de 7 días representan el 28% del total de los firmados en abril. En años anteriores, estos contratos suponían el 75,8% del total.
Además, antes de la nueva legislación laboral, sólo el 8,4% de los contratos firmados a principios de año seguían vigentes en marzo. En 2022, ese porcentaje se dispara al 46,7%.
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