La situación económica cada vez se complica más España (y Europa) ha pasado de la recuperación económica al abismo de la recesión. Incluso el empleo, que hasta junio mostraba 'brotes verdes' a los que aferrarse, ha frenado este verano. Todo ello anticipa un otoño y un invierno calientes que permiten prever un 2022 de récord en huelgas laborales.
Con todo, el empeoramiento del mercado laboral era previsible. Ya lo habían avisado varios miembros del Gobierno: el empleo este verano volvería a sufrir los rigores estacionales y, por ello, el paro crecería en agosto.
De hecho, el desempleo ha crecido tanto en julio como en agosto. El saldo más negativo fue el registrado el mes pasado: el paro en España creció en 40.428 personas y la Seguridad Social perdió 189.963 afiliados.
Estos datos han tenido múltiples lecturas. Por parte del Ejecutivo, se celebra que la destrucción de empleo ha sido inferior a la de otros agostos del periodo prepandemia. Casas de análisis como Funcas comparten esta perspectiva: "Se mantiene la tendencia positiva en el empleo".
El think tank hace esta valoración tras filtrar los datos del mercado laboral y desestacionalizarlos. Con dicha desestacionalización, el número de afiliados a la Seguridad Social crecería en 63.000, mientras que el paro descendería en 16.500 personas.
No comparte este punto de vista, por ejemplo, la CEOE. "Si bien es cierto que el comportamiento de la afiliación y el desempleo es cuantitativamente similar al de otros agostos, la pérdida de cotizantes del último día de mes marca un máximo histórico de 409.429 empleos destruidos, la cifra más alta desde 1982", indica la patronal en un comunicado.
Desde la CEOE explican que extraen este dato de comparar la pérdida de cotizantes del último día laboral de julio con el último día laboral de agosto. Con esta perspectiva, se "confirma la tendencia a la desaceleración del mercado laboral en línea con los indicadores económicos".
Se trata de un enfoque que comparte la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). De hecho, tras conocerse los últimos datos del mercado laboral, el ente ha decidido rebajar sus previsiones económicas para el tercer trimestre de este 2022.
En la última actualización del modelo de previsión de la evolución del PIB en tiempo real (MIPred), realizada este mismo viernes, la AIReF alerta de que la economía caerá en el tercer trimestre un 0,4% intertrimestral, el doble de lo previsto en agosto.
Así, se agolpan los pronósticos negativos. Ya el BBVA Research alertó en julio de que la economía española podría entrar en recesión técnica (dos trimestres consecutivos con el PIB en cifras negativas).
El frenazo del empleo y los vaticinios negativos se combinan además con un clima social, como mínimo, tenso. La patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT no han logrado alcanzar un pacto salarial en el marco del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que marca las subidas mínimas que deben recoger los convenios. La temperatura de la conflictividad social hace meses que es elevada.
Así lo indican los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Entre enero y julio se contabilizaron 153.640 trabajadores en huelga, un 33% más que en el mismo periodo de 2021.
Es más: entre enero y julio de este año hubo más trabajadores en huelga que en todo 2019. Lo mismo ocurre en el caso de los años 2018, 2017, 2016, 2015 y 2014. Con casi total seguridad, 2022 terminará con más 'huelguistas' que 2021 y podría superar el dato de 2012 (207.316 personas), cuando se celebró la última Huelga General de la historia de España.
Pulso salarial
El pulso salarial entre patronal y sindicatos se ha recrudecido, y los trabajadores han anunciado movilizaciones contra la propia CEOE. Para ello, están contando con la colaboración de Yolanda Díaz.
Desde la semana pasada, la vicepresidenta segunda del Gobierno ha decidido tomar parte en la batalla salarial. Considera que las reclamaciones de los sindicatos son "razonales" y obedecen al "interés general".
Cabe recordar que, a día de hoy, lo que separa a UGT, CCOO y CEOE (que negocian el AENC) es que los sindicatos reclaman cláusulas de revisión salarial que permitan a los trabajadores recuperar en un futuro su poder adquisitivo. La patronal se niega de pleno a esta posibilidad, que bajo su punto de vista supone indexar los sueldos a los precios.
En este contexto, Díaz ha acusado a la CEOE de bloquear la negociación colectiva, responsabilizándola de los escasos acuerdos colectivos que se están cerrando este año, sin la salvaguarda del AENC.
Mientras, la inflación no da descanso, particularmente por los precios de la energía. El dato provisional de agosto supera, de nuevo, el 10%. Y esto depaupera cada vez más a los hogares. En esta situación, el escenario para una guerra social y un otoño (e invierno) caliente parece asegurado.
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