Europa se prepara para afrontar uno de sus inviernos más duros. La guerra rusa en Ucrania ha disparado los precios energéticos y el foco está puesto en el gas, del que muchos países son dependientes, sobre todo del que procede de Rusia.
No es el caso de España, que no solo se posiciona como un gran apoyo para sus vecinos comunitarios en caso de falta de suministro energético, y en el futuro se podría convertir el mayor hub de hidrógeno de Europa, y uno de los principales suministradores a nivel global.
Es lo que asegura Arturo Gonzalo Aizpiri, consejero delegado de Enagás, en la entrevista que ha realizado EL ESPAÑOL-Invertia. "España producirá el hidrógeno verde más competitivo de Europa", ha dicho, pero necesitamos más interconexiones.
Enagás incluye en su Plan Estratégico 2022-2030 tres proyectos de interconexión gasista, con Italia, Francia y Portugal, que también se incorporan a los planes de la Unión Europea. Pero ¿qué posibilidades reales tienen de que sean operativos en el plazo previsto?
Enagás, como operador del sistema gasista, es una compañía privada y, de hecho, tiene un 90% del capital en el free float de la bolsa. Pero también es un instrumento de políticas públicas. La compañía tiene una gran capacidad de iniciativa, pero en última instancia, las actuaciones que desarrolla Enagás son actuaciones aprobadas y remuneradas por el sistema, por el Gobierno y por el regulador.
Las interconexiones surgen a demanda de los poderes públicos y en el caso que nos ocupa, los tres gasoductos surgen cuando la Comisión Europea publica la comunicación REpowerEU. Incluye, por una parte, los corredores europeos de hidrógeno para el futuro y por otra, las infraestructuras nuevas de gas necesarias para hacer frente al objetivo de reemplazar el gas ruso por otros gases de otras procedencias y por gases renovables. El objetivo es que podamos dejar de depender lo antes posible del gas ruso.
De esas infraestructuras identificadas en el REpowerEU, se hace hincapié en los corredores de hidrógeno futuros, y uno de ellos es el corredor ibérico, que incluye una nueva infraestructura a través de los Pirineos. Coincide en que sería la tercera interconexión pirenaica y que en una primera fase puede utilizarse transitoriamente para gas.
Pero el antiguo proyecto Midcat estaba diseñado para transportar gas en sentido norte-sur. Nosotros ahora estamos hablando de un proyecto diseñado para transportar hidrógeno verde en sentido sur-norte, y en una primera etapa gas natural.
"Lo que no me cabe duda es que la situación con Rusia ha cambiado para siempre. Europa ya no volverá a confiar en este país como un proveedor de recursos energéticos."
Pero en el caso concreto del Midcat, Francia se opone a que pueda finalizar ese proyecto, que ya estaba diseñado y se paralizó en 2019. ¿Con qué opciones se trabaja para llevarlo adelante?
Me gustaría destacar que las instituciones europeas son clave en todo esto. De dos maneras. En primer lugar, la Unión Europea elabora cada dos años el Plan Decenal de Infraestructuras, lo que se llama el Ten-Years Network Development Plan (TYNDP), que lo elabora y lo publica entso-e, la asociación europea de los gestores de transporte de electricidad.
Días después de producirse la invasión de Ucrania (el 24 de marzo), la Comisión Europea emitió o la primera versión del REpowerEU. Creo que nunca en la historia la Unión Europea ha respondido con tanta celeridad para hacer frente a una crisis.
Y abre una ventana para que entso-e presente proyectos de gas e hidrógeno que permitan atender a las nuevas necesidades energéticas y el objetivo de eliminar la dependencia del gas ruso.
Pero antes de la guerra en Ucrania, el trabajo para hacer el gasoducto Midcat ya se había hecho. De hecho, en 2019 se vio que no era rentable. Ahora la situación ha cambiado, pero ¿qué pasos se deben de dar a partir de ahora?
Así es. Ese trabajo estaba muy avanzado. A raíz del nuevo escenario energético, presentamos los proyectos para su integración en un Plan Europeo de Infraestructuras que debe estar aprobado en marzo del 2023. Por tanto, depende de una decisión política de los Estados miembros y de la Comisión Europea.
Entonces, ¿habrá que esperar hasta marzo de 2023 para saber si finalmente se construye el Midcat?
Si la Unión Europea y los Estados miembros consideran que esta es una actuación urgente, entonces se aceleraría. Si es así, estamos preparados para cumplir con los plazos que ha señalado la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en recientes declaraciones públicas. Es decir, la parte española podría estar terminada en ocho o nueve meses.
Es un proyecto con cambios muy importantes respecto al anterior, pero que efectivamente tiene elementos que se pueden aprovechar. Por ejemplo, el trazado con el que se diseñó el gasoducto hasta Figueras, también se aprobó la Declaración de Impacto Ambiental, aunque habría que revalidarla, porque expiró. Además, se compró la tubería para el gasoducto y el suelo para la estación de compresión. O sea, que todo eso nos permitiría acelerar el proceso de finalización.
"Nosotros ahora estamos hablando de un proyecto diseñado para transportar hidrógeno verde en sentido sur-norte, y en una primera etapa gas natural."
Aunque el Midcat pueda servir para que llegue más gas natural a Europa desde otros países de procedencia que no sea Rusia, el objetivo es que transporte hidrógeno, pero ¿qué posibilidades tiene España de liderar esta industria?
Creo sinceramente que España podría convertirse en el hub europeo del hidrógeno verde, y en uno de los grandes hub globales, porque se dan todas las condiciones para ello. No hay otros países que nos puedan hacer competencia.
Europa lo necesita, sus planes establecen la ambición de que se consuma 20 millones de toneladas de hidrógeno verde en 2030 y, al menos, la mitad de esa cantidad tiene que ser producida internamente en Europa.
Por otro lado, en la Unión Europea, quien tiene recursos para producir hidrógeno verde son principalmente los países escandinavos, que tienen energía hidroeléctrica y eólica marina en abundancia y competitiva, y luego los países mediterráneos. Pero es sobre todo España, con su gran capacidad eólica y fotovoltaica en su conjunto.
El hidrógeno renovable más competitivo de Europa será el de la Península Ibérica. Todos los estudios coinciden en ello. España tiene el recurso, tiene la capacidad industrial, y tiene la infraestructura ya trazada, porque la futura red de hidrógeno en gran parte utilizará la actual red de gasoductos.
¿Qué supondría la finalización del Midcat para el desarrollo del hidrógeno verde en España?
La tercera interconexión pirenaica está diseñada para poder transportar 21 bcm (mil millones de metros cúbicos) de hidrógeno, es decir, 2 millones de toneladas, a partir de 2030.
En otras palabras, aparte del consumo interno que tendrá España de hidrógeno verde, estaremos preparados para suministrar y exportar el 10% de todo el consumo de hidrógeno verde a Europa en el primer año.
"Estaremos preparados para suministrar y exportar el 10% de todo el consumo de hidrógeno verde a Europa en el primer año."
Mientras esperamos ese horizonte, ahora miramos con cierto temor este próximo invierno. ¿Cuáles son las previsiones respecto a cortes de suministro en España? ¿Y en el resto de Europa?
Europa tiene ante sí un reto enorme y una situación preocupante. Recordemos que el gas ruso representó 150 bcm de metros cúbicos en 2021, respecto a un consumo total de 500 bcm.
Es cinco veces casi el consumo anual de gas natural en España. Una enorme cantidad de gas que hay que reemplazar o reducir. Sin embargo, estoy convencido de que Europa va a estar a la altura. Estamos viendo, por ejemplo, que todos los Estados miembros estamos excediendo los objetivos de nivel de llenado de almacenamiento subterráneos.
España está ya en el 84%, y otros países también están llegando a esos niveles.
Pero ¿será suficiente para pasar este invierno en caso de corte de gas ruso?
Sí siempre que trabajemos a nivel europeo todas las medidas, y con todos los planes de ahorro y de contingencia que se están elaborando. En el caso de España, no va a producirse ningún corte de gas con los datos que manejamos a día de hoy. España está en una posición muy robusta, tiene la mejor infraestructura de gas de Europa y casi del mundo.
Por ejemplo, somos el tercer país del mundo en plantas de regasificación y podemos tener el gas natural licuado (GNL) de cualquier procedencia. Actualmente recibimos el producto desde 14 países diferentes y tenemos comercializadoras con contratos muy sólidos y de largo plazo.
Por lo tanto, España está en una posición magnífica.
"La mejor forma de estar preparados para el futuro es acelerar la descarbonización y acelerar el despliegue de los gases renovables en esta gran encrucijada histórica que vive Europa."
¿Cuál es el nivel de llenado de los almacenes subterráneos hasta hoy y en las plantas de regasificación en España?
Tenemos al 84% los almacenamientos subterráneos, y al 80% el GNL almacenado en los tanques de nuestras plantas.
España ha hecho los deberes durante décadas, ha hecho un gran esfuerzo inversor. Lo han hecho los consumidores españoles, la industria española y estamos pagando menos por el gas y menos por la electricidad que en nuestros países de referencia europeos.
Eso no quiere decir primero que no tengamos que hacer el mayor esfuerzo en utilizar el gas de forma eficiente y ahorrar todo lo que podamos, porque será una ayuda para las economías más vulnerables y para la competitividad de nuestra industria.
Además, ayudará a tener gas a disposición de otros países que lo van a necesitar, y que podrá llegar gracias a las dos interconexiones de las que disponemos, que suman 7 bcm hacia Francia, y la recarga de buques que estimamos que en 2022 duplicará la que se produjo en 2021.
¿A qué se debe que haya un mayor volumen de recarga de buques este año?
Entre el 1 de enero y el 31 de agosto hemos recargado 71 buques. En todo 2021 fueron 59. De esta recargas 21 han sido lo que llamamos de gran escala, que es superior a 200 GWh.
Ahora esas recargas, que son cantidades muy relevantes, están yendo mayoritariamente a Europa. Es decir, todo el gas que ahorremos, aparte de que será un menor coste económico para nuestros consumidores y nuestro sistema productivo, será gas que ponemos a disposición de otros países y que ayuda a reducir la presión sobre el mercado.
No hay duda de que Europa vive un momento muy complicado, pero todos se preguntan cuánto durará esta crisis energética. ¿Hay alguna previsión de cuando volveremos a una situación más estable, o similar a la de años pasados?
Lo que no me cabe duda es que la situación ha cambiado para siempre. Europa ya no volverá a confiar en Rusia como un proveedor de recursos energéticos. Aunque la guerra acabase pronto, que ojalá ocurra hoy mismo, Europa ya ha aprendido que el tener una seguridad de suministro basada en la diversificación y basada en los recursos autóctonos, es esencial. Es algo en lo que ya no vamos a dar marcha atrás.
Segundo, también con una visión de largo plazo, la mejor forma de estar preparados para el futuro es acelerar la descarbonización y acelerar el despliegue de los gases renovables en esta gran encrucijada histórica que vive Europa.
La seguridad de suministro y la descarbonización son dos caras de la misma moneda. Si conseguimos acelerar el despliegue del hidrógeno renovable, servirá al mismo tiempo para cumplir nuestro objetivo de ser cero emisiones netas en 2050 y de depender mucho menos de terceros países en nuestro suministro energético.
Pero ¿para cuándo acabaremos con la crisis energética que estamos viviendo?
Creo que la necesidad de reemplazar el gas ruso se va a mantener en los próximos años. Sin embargo, cada vez habrá un menor impacto en el precio del gas y en la seguridad de suministro. Yo creo que este invierno estamos viviendo los momentos de mayor dificultad.
Pero habría que definir a qué llamamos crisis energética. Si hablamos de una amenaza a la seguridad de suministro que lleva asociado un incremento de precios disruptivo sobre nuestro proyecto de prosperidad y de competitividad, creo que estamos hablando de un periodo que en este momento nadie es capaz de estimar, pero que se extenderá más allá de este invierno.
"No podemos comercializar gas a los clientes porque existe esta separación obligada por la regulación. Esto ocurrirá igualmente en hidrógeno."
Otro de los temas que han sido el foco de la actualidad prácticamente desde hace un año, es la situación con Argelia y las perspectivas de que siga manteniendo sus contratos y su suministro a España. ¿Seguirá siendo el principal o el segundo proveedor de gas?
Hay confianza es total en que seguirá cumpliendo con sus contratos. No hay ninguna razón para ponerlo en cuestión. Argelia lleva suministrando gas a España desde el año 1996 y siempre ha cumplido.
Además, ha declarado públicamente en reiteradas ocasiones que lo va a seguir haciendo. Argelia nunca ha hecho un uso geopolítico del gas. Contrariamente a Rusia, como estamos viviendo en nuestros días, Argelia nos da plena confianza y conocemos perfectamente cuál es la dinámica de mantenimiento del gas.
En ese sentido, tenemos una relación operativa técnica con ellos, fluida. Yo creo que es un socio confiable, lo ha sido siempre.
En la presentación del plan estratégico 2022-2030 de la compañía no se habló mucho de los planes futuros en América. ¿Por qué?
Vivimos un nuevo contexto energético en Europa y es necesario enfocar las capacidades en áreas para España y Europa, que son seguridad de suministro y descarbonización. Tenemos que poner ahí todo nuestro foco. Lo hacemos en cuatro grandes líneas de actuación: infraestructuras de gas, hidrógeno, digitalización, innovación y tecnología.
Estamos desarrollando muy activamente un ecosistema de startups y de fondos de descarbonización donde queremos ser protagonistas. El desarrollo internacional tiene, por tanto, mucho foco en Europa y los negocios no regulados de producción de gases renovables, biometano e hidrógeno a través de nuestra filial ENAGÁS renovable.
"Argelia lleva suministrando gas a España desde el año 96 y siempre ha cumplido sus contratos."
¿Y cuáles son los planes para esta filial? ¿En qué nichos de mercado ven más viable su desarrollo?
Si la normativa europea que se está tramitando se aprueba como se espera, va a tener que producirse una separación en la terminología comunitaria de las actividades de transporte y, por otro lado, de las actividades de producción de las moléculas, distribución y comercialización.
Enagás es el TSO (operador del sistema gasista) y transportista de gas y en el futuro de hidrógeno. Pero no podemos comercializar gas a los clientes porque existe esta separación obligada por la regulación. Esto ocurrirá igualmente en hidrógeno.
Como para 2030 no podremos estar produciendo y comercializando gases renovables, por eso creamos la filial Enagás Hidrógeno Renovable, donde hemos dado entrada a un gran socio que es el fondo gestionado por Ardian y FiveT con un 30%. Y también se ha hecho con un 5% adicional Pontegadea, el vehículo de inversión del fundador de Inditex, Amancio Ortega.
Paulatinamente iremos cediendo el control sobre esta sociedad a medida que el regulador nos lo requiera. Tenemos una comunicación muy fluida con el regulador y nos aseguraremos de que cuando llegue el momento no tendremos una incompatibilidad de actividades, porque nuestra razón de ser futura es ser el gran hub de referencia en España y uno de los hubs de referencia en Europa en hidrógeno.
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