El Estatuto del Becario corre el riesgo de convertirse en la historia interminable de este 2022. El Gobierno quería tener el texto legislativo cerrado, como tarde, en septiembre. Sin embargo, el proyecto legislativo se resiste sobre todo por la falta de acuerdo con la patronal. De hecho, los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de los Trabajadores (UGT) ya dan por perdida a la CEOE y consideran que la última versión del texto es la definitiva.
"Hemos alcanzado un principio de acuerdo que someteremos en nuestros órganos internos en los próximos días", aseguran desde UGT. Por su parte, desde CCOO afirman: "Hay un texto que a nosotros nos parece bien, a falta de valoración de la ejecutiva. CEOE se ha descolgado".
Sin embargo, este extremo es negado por la propia patronal. Desde la CEOE afirman: "seguimos con la mesa abierta".
La última reunión sobre el Estatuto del Becario se ha celebrado en la tarde de este lunes. Y lo cierto es que a ella no ha acudido Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo.
¿Se atreverá el Gobierno a cerrar el Estatuto del Becario sin acuerdo con la patronal? Fuentes cercana a Diálogo Social lo dudan. Precisamente, el Ejecutivo lleva dilatando meses el acuerdo en este campo para lograr la adhesión de la CEOE. La de los sindicatos ya la tienen desde hace tiempo.
Puede que al Gobierno se le haya acabado la paciencia. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguraba este lunes por la mañana que la patronal estaba bloqueando el acuerdo en torno al estatuto. "Le pedimos que se sume a un modelo de formación dual europeo con derechos y dignidad", ha reclamó.
UGT espera "tener cuanto antes un acuerdo definitivo" para una legislación que "persigue y acaba las principales modalidades de fraude creadas en torno" a los becarios, "delimita perfectamente la línea entre acción formativo y trabajo productivo con un ámbito de aplicación muy definido", y concede un "catálogo de derechos importantísimo y vanguardista en nuestro país",
Los derechos, entre otros, se refieren a que las empresas tendrán que pagar cotizaciones por los becarios y tendrán que compensarles por eventuales gastos que su actividad pueda generar.