EL ESPAÑOL-Invertia ha tenido acceso a los tres. ¿Cuáles son sus conclusiones? En términos generales, que las últimas subidas del salario mínimo tienen varios efectos positivos, entre los que destaca una importante reducción de la pobreza. Sin embargo, uno de ellos alerta de que también provoca, en el medio plazo, destrucción de empleo entre mayores de 30 años. 

Los informes los han elaborado la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Alcalá y la Fundación Iseak. Este último tomó cierta relevancia por los obstáculos que el ministerio que dirige Yolanda Díaz ha puesto a desvelarlo. Nunca se ha aclarado la causa, pero no es difícil de deducir: es el único de los análisis encargados que reseña efectos negativos de subir el SMI. 

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Concretamente, alerta de un "impacto negativo sobre el empleo" a medio plazo (pero nulo en el corto) que "se centra fundamentalmente en las personas mayores de 30 años y en quienes tienen empleos a jornada completa". 

La "pérdida de empleo" registrada sería de alrededor de unas 28.000 personas. Con todo, el informe también recopila impactos positivos, como que la subida del salario mínimo reduce la "brecha salarial" en jóvenes y extranjeros. 

El informe de Iseak también precisa que la subida del SMI tiene mayor impacto en "mujeres, jóvenes, inmigrantes y personas que trabajan en establecimientos pequeños". 

Por otro lado, los documentos de las universidades madrileñas son netamente positivos. La Complutense concluye que las subidas salariales han sido un "instrumento eficaz para reducir la desigualdad existente en el mercado laboral".

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El estudio aborda particularmente la subida de 2019, que fue del 22%. Con ella, "se produjo una reducción del porcentaje de personas que tenían ingresos salariales inferiores al umbral de la pobreza". Además, el texto apunta a que se habría experimentado "un incremento salarial generalizado". 

"Se puede descartar que las sucesivas revalorizaciones del SMI y, señaladamente, la que se produjo en 2019, tuvieran un impacto regresivo en la distribución de los ingresos salariales". Así mismo, "mejora la situación de las mujeres, los menores de 35 años o los trabajadores que están en condiciones de acreditar un nivel formativo bajo".

Sintonía entre universidades

La Universidad de Alcalá coincide con la Complutense. "El incremento del SMI que se produjo en 2019 fue una medida que consiguió reducir la desigualdad salarial y de rentas y la pobreza, mejorando la equidad de la distribución de los ingresos y ayudando a una porción de los hogares que se encontraban por debajo del umbral de la pobreza a superarlo", precisa el análisis. 

El texto precisa que "la subida del SMI ayudó a transitar a una proporción significativa de hogares con asalariados que ganan el SMI o menos fuera de la pobreza monetaria entre 2018 y 2019. Este número podría cifrarse en unos 200.000". 

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Estas conclusiones formarán parte de los mimbres que la Comisión de Expertos usará para decidir cuánto tiene que subir el salario mínimo interprofesional. Con ellos y otras cuestiones, como la inflación media que se espera para este año, que se espera en el entorno del 8,5%. 

¿Qué cifras se barajan? El departamento que dirige Díaz elude dar muchas pistas al respecto, aunque sí que hay horizontes. El departamento apuesta por llevar el SMI a una cifra "más allá del 60% del salario medio" previsto.

En todo caso, la cifra que se baraja está por encima de los 1.078 euros brutos al mes en 14 pagas. Los sindicatos reclaman que la subida, teniendo en cuenta todos los ingredientes en la cesta, lleve el SMI hasta los 1.100 euros. En las próximas semanas, España saldrá de dudas.