Precisamente, la reforma laboral ha llevado a que se impulsen los contratos fijos discontinuos, un tipo de contrato indefinido que asegura determinados periodos de trabajo activo al año, con su correspondiente salario. Sin embargo, no deja de ser una modalidad parcial (y por ello precaria) que se ha convertido en un tercio de los contratos fijos rubricados en este 2022. 

Los datos del Ministerio de Trabajo indican que hasta noviembre se han firmado 2,1 millones de contratos fijos discontinuos. Es decir, que uno de cada tres contratos indefinidos firmados en 2022 pertenecen a esta modalidad, que además supone el 12% de las contrataciones del año, más de 17 millones. 

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Precisamente, esta figura contractual ha sido objeto de polémica esta semana. Un estudio reciente de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, FEDEA, considera que los fijos discontinuos no se están contabilizando adecuadamente en el paro registrado. De ser así, en octubre deberían haberse contabilizado al menos 400.000 personas más como desempleados.

El Partido Popular comparte esta tesis. De hecho, es por esta razón que los 'populares' han registrado una proposición no de ley (PNL) en la que, básicamente, se acusa al Gobierno de usar a los fijos discontinuos para maquillar el paro. 

La vicepresidenta, este viernes, lo negó. Es más: Yolanda Díaz cargado contra el PP y les ha acusado de ejercer "trumpismo".

Díaz explicó que los fijos-discontinuos se contabilizan de la misma manera en España desde 1985, según una orden ministerial del 11 de marzo de ese año.

Igual que en Europa

Desde entonces, ningún Gobierno, tampoco los del PP, "ha movido una coma de cómo se computa". Díaz ha precisado que los fijos-discontinuos no se cuentan como parados porque "no están en una búsqueda activa de empleo", y ha añadido que se hace de la misma manera en el resto de Europa.

En cualquier caso, si bien la reforma laboral ha logrado poner coto a la alta temporalidad del mercado laboral español (ya cuatro de cada diez nuevos contratos son indefinidos), hay otras formas de precariedad laboral a las que no se está logrando poner coto de forma sencilla. 

Este es el caso de los contratos indefinidos, pero de jornada parcial (y, por tanto, con menos horas trabajadas y, por tanto, pagadas). En lo que va de año se han firmado 1,6 millones de contratos de este tipo. Es decir, que una cuarta parte de los contratos fijos que se han hecho hasta noviembre son a tiempo parcial. 

Además, está por ver si otros efectos que ya están contemplando en la reforma laboral son temporales, o han venido para quedarse. Hay cierto temor entre sindicatos como USO por que las empresas estén haciendo contratos indefinidos y usen el periodo de prueba (de entre dos y seis meses) para despedir a los trabajadores sin costes adicionales ni preaviso.

Como ya contó este periódico, este tipo de bajas se han multiplicado por nueve, algo que lleva ocurriendo todo el año