En este 2023 las pensiones de jubilación han vuelto a subir según el IPC. Pese a ello, y a que la subida es proporcional en todas las prestaciones contributivas, hay diferencias notables en lo que cobran los pensionistas según la región en la que residan.

De hecho, la brecha autonómica de las pensiones se eleva ya a los 536 euros al mes entre la autonomía donde los jubilados reciben las mayores pagas (País Vasco) y el territorio donde reciben las menores (Extremadura). 

Así lo indican los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que permiten elaborar un ranking autonómico sobre las cuantías de las pensiones de jubilación. Según esta información (que corresponde a las pensiones pagadas en enero), el territorio en el que se cobran las mayores pensiones contributivas es País Vasco, donde la paga de jubilación media supera los 1.676 euros al mes.

Le sigue Asturias, con 1.635 euros de pensión media al mes. A continuación, aparecen Madrid, con 1.586 euros de paga media de jubilación al mes, y Navarra, cuyos pensionistas cobran una prestación contributiva de 1.540 euros mensuales. 

En el lado contrario se sitúa Extremadura. En esta región están los jubilados que menor pensión reciben. Concretamente, la prestación media está en los 1.140 euros mensuales. 

Por encima de este peculiar 'farolillo rojo' aparecen Galicia, cuyos pensionistas cobran una pensión de jubilación media de 1.161 euros, y la región de Murcia, con 1.223 euros al mes. 

Estas diferencias se deben, sobre todo, a los diferentes salarios y condiciones de jubilación a los que ha accedido la población de las diferentes autonomías.

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De media, en España la pensión de jubilación está en los 1.368 euros. Sin embargo, los nuevos jubilados están cobrando un 7% más, como ya contó EL ESPAÑOL-Invertia: 1.463 euros mensuales, unos 95 euros más al mes. 

Esta es una de las causas, junto a la indexación de las pensiones con el IPC, que están llevando a que el gasto en estas prestaciones haya subido a cifras récord en los primeros compases de 2023. 

Este fenómeno va a seguir in crescendo en los próximos meses. ¿La causa? A partir de este 2023 comienza el proceso de jubilación de la generación del baby boom. Se trata de los nacidos entre 1957 y 1977, que suponen unos 14 millones de personas.

Su llegada se teme desde las Administraciones Públicas por el impacto que va a suponer para la Seguridad Social, dado que suponen salarios altos y largas carreras de cotización. 

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La llegada de los baby boomers sucede en un momento delicado para la Seguridad Social. Pese a la mejora de los ingresos por cotizaciones (gracias a una mejora del empleo que ya está perdiendo fuerza), la Tesorería rompió su récord de números rojos en noviembre. 

Concretamente, se puso en los 106.176 millones de euros, un incremento anual del 13,1% (12.300 millones de euros) causado por los préstamos concedidos por el Estado a la Seguridad Social. Unos créditos que están sirviendo para financiar el déficit presupuestario de la Tesorería. 

Todo esto es previo a la importante subida de las pensiones (con el IPC) del 8,5% que se ha empezado a aplicar este 2023, que ha llevado a que el gasto en pensiones alcanzara un nuevo récord en enero, llegando hasta los 11.902 millones de euros, un 11% más que en el mes anterior.

La subida no tiene precedentes en los últimos 30 años. Y llegada de los baby boomers acrecienta los temores. Cuando termine de jubilarse esta generación, en 2050, habrá más de 16 millones de pensiones y habrá aproximadamente sólo un trabajador para pagar cada pensión. En esta situación, el gasto en estas prestaciones llegará hasta el 15,79% del PIB, según cálculos del propio Ministerio de Seguridad Social. Hoy está en el 11,7% del PIB.