Valencia

La ciudad de Valencia desarrolla entre el próximo lunes 10 de abril y el 5 de mayo un proyecto piloto en el que se analizarán las consecuencias personales, económicas o medioambientales, entre otras, de la aplicación de una jornada laboral de cuatro días, al ser festivos locales los próximos lunes 10, 17 y 24 de abril y 3 de mayo.

El objetivo de esta prueba, y del posterior estudio que se desarrollará sobre la misma, es comprobar si se confirma la hipótesis de que esta reducción de la semana laboral es beneficiosa sobre la percepción personal de la salud o la productividad. 

El estudio está coordinado por el centro municipal de innovación Las Naves y cuenta con la colaboración de la oficina municipal de estadística. El ensayo permitirá valorar la respuesta económica que produce esta modalidad de trabajo en las empresas. Además, el estudio, analizará si se produce una reducción importante del consumo energético al concentrar la producción en jornadas más cortas y eficientes.

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Las Naves inauguró este lunes la prueba piloto con la organización de una jornada sobre la propuesta. Durante toda la mañana se analizó el ensayo valenciano, así como experiencias de otros lugares, como Reino Unido e Islandia, y empresas españolas pioneras en la implantación de la jornada de 32 horas contaron su experiencia.

María Álvarez, cofundadora de Ephimera y de los restaurantes La Francachela, fue una de las empresarias que participó en la charla y defendió que es posible implantar la jornada de 4 días en cualquier, sector, incluida la hostelería.

"La ganancia de la productividad, además de la cuenta de resultados, porque somos una empresa que ha dado beneficios en 2020, 2021 y 2022 en un sector tan complicado como en la hostelería, también ha podido ir a mejorar las condiciones de trabajo", aseguró Álvarez.

¿Cómo lo ha hecho? Invirtiendo en tecnología y modernizando sus restaurantes. "Las empresas se modernizan para mejorar la productividad y eso es el momento en el que estamos", señaló.

La idea

En mayo de 2020, tras salir del primer confinamiento por la pandemia de la Covid-19, María y su socia decidieron rescatar la idea y ponerse manos a la obra. "Veníamos de una situación durísima de muchos meses, las dos somos madres y habíamos visto en primera persona lo que era estar en casa trabajando con los niños", dijo.

"Necesitábamos una idea de emergencia que nos ayudara a no trasladarles a los trabajadores esa tensión que habíamos tenido nosotras. La semana de cuatro días era una idea que habíamos valorado para otra empresa que tenemos en el ámbito del marketing, con mayores condiciones de flexibilidad, y pensamos que podía ser una solución para la hostelería", continuó.

María Álvarez apuntó que la hostelería es un sector en el que "se trabaja seis días por convenio y a veces en jornada partida, una cosa que es incompatible con la vida, pero imaginaros más en aquel momento en el que no había colegios, ni previsión de que los hubiera".

Y añadió: "Nos permitió cambiar la empresa y, de pronto, llegaron todas las transformaciones que habíamos querido hacer con anterioridad y que siempre quedaban atascadas por las reticencias a la hora de introducir la tecnología en una empresa o hacer cambios drásticos".

La empresaria destacó que "estábamos consiguiendo alinear los intereses de los trabajadores de la empresa y también de los clientes". "Cuando los clientes entendían que estábamos poniéndolo todo patas arriba, porque ese era el objetivo al reducir la semana a 4 días, a nosotros nos llevó a poder transformar la empresa".

Lo primero que hicieron fue revisar todo el negocio. "En la hostelería damos por hecho que va a haber gente echando más horas que el sol por muy poquito dinero en un sistema casi servilista", apuntó.

"Teníamos que cambiar ese planteamiento porque, si seguimos esperando que los trabajadores estén en puestos de trabajo poco productivos, no podemos esperar que sean buenos puestos de trabajo, las dos cosas son incompatibles", añadió.

Tiempos muertos

María se fijó en los tiempos menos productivos de la plantilla. "Identificamos rápidamente que era el momento en el que el camarero está esperando a que venga un cliente o que el cliente levante la mano para pedir".

En esos momentos "no se está produciendo nada". "Entonces hicimos una cosa rara: pedirle a los clientes que pidieran por WhatsApp desde la mesa". La idea fue todo un éxito.

"Ya no teníamos que tener muchas personas paradas en la sala esperando que viniera un cliente a pedir y esa ganancia de la productividad, además de la cuenta de resultados, podía ir a mejorar las condiciones de trabajo".

María Álvarez rechazó la idea de que la Administración subvencione a las empresas que se apuntan a esta modalidad y citó el ejemplo de Henry Ford, empresario y emprendedor estadounidense fundador de la compañía Ford Motor Company.

"Cuando Henry Ford reduce en 1926 la jornada laboral a ocho horas tenía una fábrica que trabajaba 18 horas al día en dos turnos de nueve horas. Pero se da cuenta de que las máquinas de su empresa no están funcionando todo el día. Entonces creó tres turnos de ocho horas, en lugar de dos, y la fábrica empezó a trabajar 24 horas al día. Las empresas se modernizan para mejorar la productividad y ese es el momento en el que estamos hoy otra vez 100 años después", razonó la empresaria.

Resultados en julio

El alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), anunció durante la jornada que las conclusiones sobre la semana laboral de 32 horas estarán listas a finales de julio ya que "se tiene que hacer la encuesta, valorar, evaluar, sacar datos" y es un proceso "complejo".

A su juicio, avanzar en la reducción de la jornada laboral "es un paso adelante" que "implica distribución del trabajo". Igualmente, ha remarcado la "necesidad" de "abrir el debate, de estudiar, de evaluar, de aportar datos objetivos y ponerlos el alcance de toda la sociedad".

El primer edil ha señalado que la pandemia de la Covid-19 "preparó el terreno para trabajar de otras maneras", junto a los "cambios tecnológicos y la nueva percepción de la cultura del trabajo, que prima el tiempo libre".

Además, ha defendido que "se debe tener en cuenta la lucha contra el cambio climático, que comporta la eliminación de las emisiones de efecto invernadero generadas fundamentalmente por los combustibles fósiles, y, por lo tanto, hace falta reducir los desplazamientos diarios en coches de diésel y gasolina".

Por su parte, la secretaria general de CCOO en Valencia, Ana García, hizo hincapié en la importancia de la reducción de la jornada laboral "sea en la fórmula que sea", pues lo "importante" es "mejorar las condiciones de trabajo y de la vida de la clase trabajadora". "Creemos firmemente que es el momento de abrir el debate", afirmó.

"Las 40 horas no cayeron del cielo, se pelearon y se conquistaron, pues intentemos conquistar también mejores condiciones de trabajo", manifestó.

Mientras, el líder valenciano de UGT, Ismael Sáez, defendió que "la manera de conseguirlo es con ayudas públicas" para que la productividad "se mantenga o mejore". "Aunque es verdad que trabajando menos horas al día la productividad mejorará, la pregunta es: ¿mejora hasta el punto de que se mantenga el salario? Creo que eso es difícil que matemáticamente encaje", se preguntó.