Trabajo exige a CEOE y sindicatos una reforma del registro horario para negociar la reducción de jornada
El Gobierno y los agentes sociales inician este jueves la mesa de diálogo social para fijar en 38,5 horas semanales la jornada máxima legal.
25 enero, 2024 02:54El Ministerio de Trabajo y Economía Social se sentará este jueves a la mesa de diálogo dispuesto a escuchar a los agentes sociales. Los negociadores de Yolanda Díaz acudirán a la cita sin propuestas cerradas, ya que la directriz de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo es conseguir un acuerdo sobre la reducción de jornada. La única condición es que se refuerce el registro horario.
En la cartera de Díaz están dispuestos al diálogo y a aceptar cesiones para conseguir el consenso, a poder ser tripartito, como apuntan fuentes ministeriales. Más allá de la intención, la realidad es que el pacto de Gobierno entre PSOE y Sumar se compromete a llevar la jornada laboral del máximo legal de las 40 horas actuales a las 38,5 horas semanales en 2024.
Ese será el primer escalón. Después, ya para 2025, el Estatuto de los Trabajadores deberá recoger en su artículo 34 una jornada legal de 37,5 horas, como máximo. Ese punto también aparece en el acuerdo de coalición de PSOE y Sumar.
Trabajo abrirá esta mesa sin documentos ni planteamientos rígidos, con la voluntad de tomar nota de las propuestas de los sindicatos y los empresarios. La única 'línea roja' del Ministerio es que la mesa aborde una mejora del control horario para garantizar que la reducción de jornada se cumpla.
El artículo 34, además de establecer el límite de horas legales, también regula las cuestiones relacionadas con el registro horario. Esta normativa existe desde 2019, pero su efecto no ha sido el que se esperaba.
Díaz quiere aprovechar la reforma de ese artículo para poner coto a los excesos de jornada y a las horas extra, casi la mitad de ellas sin remunerar. El control horario estará en la mesa de negociación y será irrenunciable para Trabajo.
El Ministerio pretende acordar con los agentes sociales "fórmulas de control horario en beneficio de todos", para que la jornada efectiva se ajuste a la jornada pactada. Por el momento, Trabajo cuenta con el respaldo de los sindicatos. CCOO y UGT observan debilidades en la ley actual, desajustada de las nuevas realidades laborales tras la pandemia, y piden más actuación de la Inspección de Trabajo.
Discusiones con "rigor"
La rebaja de la jornada laboral es parte del empeño de Díaz por actualizar unos horarios de trabajo que siguen, por ley, anclados en su máximo de 40 horas semanales. La ministra de Trabajo confía en que esa modificación en el Estatuto de los Trabajadores propicie "el necesario cambio en los usos del tiempo y en los usos sociales".
"No se trata de trabajar sólo menos, sino mejor. Es un debate de altura, y muy antiguo. Es muy sorprendente que sea yo quien, a estas alturas del siglo XXI, lo esté planteando por vez primera. Esto en los países europeos está más que planteado", aseguró Díaz en un acto sobre Economía Social, este miércoles.
A la espera de las ideas que intercambien en la mesa, las tres partes ya han trasladado al debate público sus posiciones, más o menos flexible. En el Ministerio, piden "rigor" en las negociaciaciones y aportan datos.
"La jornada media pactada en convenio fue de 38,2 horas semanales en 2022 (...). Más de 1,6 millones trabajadores del sector privado tienen una jornada inferior a 37,5 horas", recalcó Díaz este miércoles.
La alusión a esas cifras no es casual. Implica que los sindicatos y la patronal tuvieron que ponerse de acuerdo y pactar jornadas inferiores a las que ahora propone el Gobierno.
Con esa referencia estadística, en el Ministerio no entenderían que CEOE y Cepyme se opusieran, ya que en las mesas de negociación de cada convenio han dado el visto bueno a jornadas máximas de 38,5 horas a la semana. Sin embargo, en la patronal defienden ese detalle: han pactado, pero "sector a sector".
Los empresarios ni se oponen ni apoyan la reducción de jornada en sí. "Nadie está diciendo que no se puede reducir la jornada, de hecho hay sectores con más productividad que tienen menos jornada", apuntó a comienzos de semana el presidente de la patronal, Antonio Garamendi.
No obstante, en la patronal desconfían de la voluntad negociadora de Díaz, ya que la mesa tiene "marcado el final y el resultado" y obedece a "un hito político". En cualquier caso, la CEOE y Cepyme pondrán sobre la mesa cuestiones como la productividad o la jornada real trabajada.
En CCOO, como en Trabajo, tampoco creen que quepa mucho debate en torno a las 38,5 horas. El sindicato presentó esta semana un informe en el que reflejaba que la mayoría de trabajadores cubiertos por convenios colectivos ya contaban con jornadas con ese máximo.
Por tanto, la primera rebaja no tendrá un gran efecto, mientras que el descenso a las 37,5 horas llegará a unos 13 millones de beneficiarios, según las estimaciones del sindicato. En cualquier caso, CCOO defiende el impacto de la medida en todos aquellos trabajadores fuera de convenio.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo también cree que la reducción de jornada por ley beneficiará a las "actividades feminizadas y precarizadas, sin capacidad de negociación o que, sencillamente, no están amparadas por convenios colectivos".
Los sindicatos ven más problemático negociar el cómputo legal de las horas. Con un consenso más o menos aceptado sobre la jornada media pactada por convenio, CCOO y UGT vaticinan complicaciones a la hora de pactar con los empresarios el reparto anual de las horas.
Trabajo, CCOO y UGT comparten visión sobre la reducción de jornada, con los matices propios de sus intereses. Los tres encaran con predisposición el debate de este jueves y aconsejan la misma actitud a la CEOE. CCOO espera que no se instalen en el "no por el no", mientras que UGT les recomienda acudir "sin ataduras previas".