Todos los trabajadores por cuenta ajena se van a topar, o ya se han topado, con una desagradable sorpresa en la nómina de enero. Una cotización adicional que van a tener que abonar tanto los trabajadores por cuenta ajena, como las empresas que los emplean y los trabajadores autónomos.
Estamos a las puertas de que la conocida como generación del baby boom (es decir, los nacidos entre los años 60 y 70 del pasado siglo XX) se jubilen. Por tanto, el desembolso de la Seguridad Social para hacer frente a estos pagos será mayor.
Por eso, y para que todo este esfuerzo ‘extra’ no recaiga solo en las generaciones más jóvenes, se pretende que esta medida, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), reparta de forma más equilibrada dicho esfuerzo. No se trata de una medida concreta de España.
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La misma ya está vigente en otros países como Suecia, Francia o Portugal, por ejemplo. En nuestro país se empezó a aplicar el 1 de enero de 2021 tras un acuerdo entre Gobierno y sindicatos. ¿La meta del MEI? Tener un equilibrio entre jóvenes y tercera edad, y fortalecer la sostenibilidad de las pensiones a largo plazo.
Un cambio que ya se produjo en 2023 y que estará vigente hasta 2050. Así que, en la nómina de enero de 2024, los casi 21 millones de afiliados a la Seguridad Social van a notar su aporte extra a esta cotización adicional.
¿Cuál es el origen del MEI?
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional es un conjunto de medidas pensadas para hacer frente a los retos coyunturales que plantea el sistema de pensiones. Entre todas ellas, cabe destacar la introducción de un nuevo tipo de cotización.
El mismo comenzó a aplicarse el pasado 1 de enero de 2023 en las nóminas de los trabajadores. Enero de 2024 es el primer mes de subida del MEI, y esto se notará en la nómina que estamos recibiendo estos días.
¿Cuánto se va a cobrar de menos?
Es la pregunta que se hacen todos los trabajadores. Porque, rebaja, va a haber. Pero ¿cuál será? En 2023 (cuando se aplicó por primera vez), la cotización fue de un 0,6% y se calculó sobre la base de cotización de contingencias comunes. Ese porcentaje es asumido entre trabajador y empresa: un 0,1% el primero, y un 0,5%, el segundo.
Así, y según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ese se traduce en un coste “ en torno a doce euros mensuales para una base reguladora media, y de 6 euros mensuales para el salario de un mileurista”. En este último caso, la resta es de un euro para el trabajador, y de cinco euros para la empresa.
Pero ese porcentaje deja de ser del 0,6%, según aparece recogido en una disposición del Real Decreto-Ley 2/2023, de 16 de marzo. ¿Cuál será entonces? Desde enero de 2024 será del 0,7%. ¿Y cómo se repartirá? Pues el 0,58% corresponderá a la empresa, y el 0,12% al trabajador.
Un incremento que seguirá siendo paulatino hasta el año 2029 cuando se estabilizará en el 1,2%. Entonces, el 1% corresponderá a la empresa, y el 0,2% al trabajador. Y, desde el año 2030 hasta 2050, se mantendrá el mismo porcentaje, con idéntica distribución entre empresario y trabajador. En todo este periodo, la estimación del Gobierno es de recaudar unos 130.000 millones de euros.
Llegados a este punto, conviene hacer mención de un hecho importante: la aportación de cada trabajador a la hucha de las pensiones es diferente. Es decir, que varía en función de su nivel de ingresos. De ahí que, en 2024, las contribuciones previstas a través del MEI oscilarán entre los 48 y los 428 euros al año. Con este mecanismo, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la famosa hucha de las pensiones) recibirá 3.702 millones de euros.