Un albañil en una obra.

Un albañil en una obra. Jesús Hellín Europa Press

Empleo Hoy

Radiografía del empleo inmigrante: ya son el 15% de los ocupados y 1 de cada 4 en agricultura y construcción

En España hay 3,2 millones de trabajadores extranjeros y algo más de un millón con doble nacionalidad. Los nacionales superan los 17 millones.

29 agosto, 2024 01:56

Pedro Sánchez ofreció este martes en Mauritania la incorporación de 250.000 trabajadores subsaharianos en España como medida para contener la inmigración irregular. Esto refuerza el creciente peso de los extranjeros en el mercado laboral español: con 3,2 millones de personas, ya representan casi el 15% del total de trabajadores. Además, uno de cada cuatro empleados en los sectores de la agricultura y la construcción procede de terceros países.

El actual boom del mercado laboral, que en apenas cinco años ha incorporado casi dos millones de trabajadores, hasta superar los 21,6 millones, no se entiende sin la importante aportación de los flujos migratorios. Y es que de esos cerca de dos millones, el 44,3% (1,12 millones) son personas extranjeras; y alcanzan el 68,8% (1,3 millones) si se suman los de doble nacionalidad.

Otra forma de verlo es cuánto ha crecido cada grupo de población ocupada —es decir, con un empleo— en el último lustro, que en conjunto ha experimentado un alza del 9,5%. El de españoles lo ha hecho sólo un 3,5% (pasando de 16,7 a 17,3 millones), mientras que los extranjeros han aumentado un 34,8% (de 2,4 millones a 3,2) y las personas con doble nacionalidad, un 70% (de 658.400 a 1,12 millones).

El envejecimiento de la población española es una evidencia y una realidad en un Viejo Continente que cada año que pasa se gana más dicho apodo. Y para un país en un ciclo expansivo, como es el caso de España, la necesidad de mano de obra es imperiosa. De hecho, instituciones como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) fían en buena medida el porvenir de la economía los próximos años a la llegada de población extranjera.

Así, lo mismo que ocurre con la población ocupada ocurre con la activa (con trabajo o en búsqueda). El 70% de las personas que se han incorporado al mercado laboral en el último año son extranjeras, y en el caso de sumar las de doble nacionalidad, suponen la totalidad de nuevos trabajadores.

Por el contrario, la fuerza laboral nacional ha disminuido en 54.000 personas en el mismo periodo. Ampliando el foco, hace una década había casi 20 millones de españoles disponibles para trabajar, pero en ese tiempo se han perdido más de medio millón. Una tendencia que, de no ser por la inmigración, habría puesto la economía contra las cuerdas.

"La migración no es un problema para España, sino que es una cuestión de principios morales, solidaridad y dignidad y, también, de racionalidad, porque es fundamental para nuestra economía", aseguraba hace tan sólo unas horas el presidente del Gobierno. De ahí ese anuncio de un programa de inmigración circular que permita cubrir el déficit de trabajadores.

Agricultura y construcción

Por sectores, la presencia de inmigrantes es desigual. Los trabajadores de terceros países son especialmente numerosos en la agricultura y la construcción, donde representan alrededor del 25% del total. En cifras enteras, de los 772.000 ocupados en la agricultura, 187.900 son inmigrantes, mientras que de las casi 1,5 millones de personas empleadas en la construcción, cerca de 350.000 proceden de fuera de España.

No obstante, el mayor número de trabajadores inmigrantes se encuentra en los servicios, ya que se trata del sector más nutrido en el mercado laboral español. Los ocupados de terceros países alcanzan los 2,3 millones de personas, el 14,2% del total. En todos los casos, se trata de sectores que desde el fin de la pandemia de la covid-19 aseguran tener problemas para encontrar empleados.

Mayor presencia joven

Aunque el crecimiento de la población extranjera en el mercado laboral español es una realidad en todas las edades, lo es todavía más en ciertos grupos de edad. Así, mientras que entre los jóvenes y los adultos de hasta 45 años los trabajadores de terceros países se encuentran por encima del 15%, su proporción decae a medida que hablamos de empleo sénior.

En concreto, la mayor tasa de inmigrantes se encuentra entre los 25 y 34 años; en esa franja de edad, los trabajadores de terceros países suponen el 20,7% del total. Por el contrario, es entre los mayores de 55 donde se observa una menor presencia de foráneos, con sólo un 8,6%.

Respecto a la relación laboral, de los más de tres millones de trabajadores extranjeros, la gran mayoría (el 85%) son asalariados, mientras que el 15% restante son trabajadores por cuenta propia, es decir, autónomos. La proporción es la misma que se da entre los españoles.

En cuanto al sexo, cabe destacar que el 54% de los trabajadores de origen extranjeros son hombres, mientras que el 46% restante son mujeres. Además, cerca de la mitad de los 3,2 millones (41,2%) de trabajadores extranjeros procede de América Latina. El siguiente grupo son los procedentes de países de la Unión Europea (UE), que representan el 28,3% de los ocupados de terceros países.

Por último, en cuanto a la formación, casi el 28% de los trabajadores extranjeros tiene estudios superiores, mientras que algo más del 7% ha realizado la segunda etapa de la educación secundaria con orientación profesional.