La ley de conciliación del PP se cuela en la negociación para reducir la jornada y retrasa un posible acuerdo
- Los populares, alineados con la patronal, abogan por medidas de flexibilidad horaria pactadas en los convenios colectivos.
- Más información: CEOE recurre a Junts para tumbar la reducción de jornada si Yolanda Díaz la cierra sólo con los sindicatos
Si las negociaciones para reducir la jornada laboral habían llegado a punto muerto, con los sindicatos manifestándose frente a la sede de la patronal y la CEOE reuniéndose con Junts para tumbar la medida en el trámite parlamentario, la propuesta del PP en materia de conciliación y tiempo de trabajo ha enredado aún más el asunto. Así, a la discusión sobre cuántas horas hay que trabajar a la semana se suma en cuántos días se reparten dichas horas.
Entre los diversos puntos de la reforma legislativa que el Partido Popular ha presentado en el Congreso de los Diputados se encuentran la flexibilidad horaria y la creación de un "banco de horas". En ambos casos, se trata de iniciativas que permiten una organización del trabajo menos estricta, si bien en ningún momento se aborda una reducción de la jornada laboral como plantea el Gobierno. Sin embargo, sí abre la puerta a la semana laboral de cuatro días.
Y es en ese punto donde se mezclan las aguas. La postura que defiende el Ejecutivo, así como los sindicatos, es pasar de las 40 horas semanales a las 37,5 horas. En su caso, la cuestión se centra en la cantidad de horas que se trabajan, dejando la organización de las mismas, eso sí, a la negociación colectiva. La idea es que los trabajadores sin convenio o en sectores con escaso músculo sindical también puedan disfrutar de jornadas más reducidas, como ya ocurre en muchos sectores.
Sin embargo, en el debate público ya estaba la semana laboral de cuatro días. En buena medida, porque lo introdujo el propio Gobierno, así como los sindicatos. Por eso mismo, la irrupción del PP en una disputa que llevaba rehuyendo desde el comienzo de la legislatura con esta idea ha trastocado las conversaciones entre el Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal.
Pero, ¿qué proponen exactamente los de Núñez Feijóo? La reforma planteada tiene como objetivo que las empresas implementen horarios flexibles, permitiendo a los empleados elegir la hora de inicio y finalización de su jornada laboral, aunque se establecerá un período fijo durante el cual deberán estar trabajando.
En el documento registrado en el Congreso, el PP aclara que este modelo facilitará la "distribución flexible del tiempo de trabajo a lo largo del día o la semana". Y explica que el acuerdo para esto deberá ser establecido entre la empresa y los representantes de los trabajadores, garantizando en todo momento que no se reduzcan "las horas de trabajo ni el salario".
Por lo tanto, plantean no modificar la jornada laboral máxima y dejar la organización del tiempo de trabajo al albur de la negociación colectiva. Es decir, proponen exactamente algo que ya ocurre, pues la legislación actual permite que los convenios colectivos establezcan jornadas de cuatro días o una distribución del tiempo más flexible. Al igual que permiten reducir la jornada máxima si así lo pactan trabajadores y empresa.
Ocurre algo similar con la propuesta del banco de horas, el cual permitiría a los trabajadores "acumular horas de trabajo adicionales, horas extras o tiempo no utilizado de permisos remunerados". Estas horas podrán utilizarse para "ampliar las vacaciones", "tomar días libres adicionales" o "reducir su jornada laboral en determinados momentos". Todo esto siempre y cuando se llegue a un acuerdo.
"Valoramos positivamente que tengan ideas y entren en el debate de la reducción del tiempo de trabajo", señalan desde los sindicatos, si bien recuerdan que "el concepto de la bolsa de horas ya está instaurado, ya se usa". Es uno de los apartados que ha generado cierta sorpresa: "se han dado cuenta ahora de que existe", comentan. Pero, en todo caso, están de acuerdo en que la organización del tiempo se lleve a cabo en la negociación colectiva.
Y es que la demanda de los sindicatos no va por la organización, sino por la cantidad. "Las empresas y los trabajadores seguirán distribuyendo la jornada como hasta ahora, pero queremos que la reducción del tiempo de trabajo sea una realidad global", zanjan.
Pero por el lado patronal sí hay mejor disposición a la iniciativa de los conservadores. No es de extrañar, ya que la CEOE lleva meses repitiendo que, para ellos, la reducción de la jornada laboral es una cuestión de la negociación colectiva a nivel empresa o sector. Y la reforma del PP, precisamente, lo deja todo en manos de esa instancia.
Por eso mismo, la llegada de los populares al debate —ya han anunciado que quieren exponer su propuesta a los diferentes actores— alarga el camino del Gobierno en la reducción de la jornada laboral. Ya en el tercer trimestre del año, la promesa de situar la jornada en 2024 en las 38,5 horas semanales se ha desvanecido por completo.