La hucha de las pensiones no da ni para pagar un mes de prestaciones dos años después de la reforma de Escrivá
- La cifra con la que el Ejecutivo espera cerrar el año supone alrededor del 75% del gasto mensual de la Seguridad Social en pensiones.
- Más información: El gasto en pensiones crece un 79% desde 2010 y su peso en el PIB se dispara hasta el 12,9%
El Gobierno espera que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, más conocido como hucha de las pensiones, termine el año con 9.300 millones de euros, un 66,7% por encima del dato de cierre del ejercicio 2023. Sin embargo, pese a esa subida, el monto total no alcanza ni para pagar el 75% de lo que cada mes desembolsa el Estado para abonar las nóminas de los pensionistas.
Según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Inclusión y Seguridad, el Fondo de Reserva superó los 8.300 millones de euros en septiembre. Ese mismo mes, el gasto en pensiones sobrepasó los 12.800 millones de euros. Además, y pese a las medidas para conseguir ingresos extraordinarios, la Seguridad Social sigue manteniendo una situación deficitaria.
La pretensión del Gobierno es que la hucha de las pensiones sirva para restar tensión a las arcas de la Seguridad Social a partir de 2032, cuando tendrá que afrontar mayores desembolsos. Ese año ya se habrá jubilado o lo estará haciendo buena parte de la generación del baby boom, muy numerosa y con unas pensiones que serán mayores que las de generaciones anteriores, tanto por los mayores sueldos —y cotizaciones— como por la revalorización anual en función de la inflación.
Mirando al pasado, el Fondo de Reserva de la Seguridad Social alcanzó su máximo histórico en 2011, aunque desde 2008, a raíz de la crisis financiera, el crecimiento observado fue menor. En cualquier caso, en el último año de José Luis Rodríguez Zapatero, la hucha de las pensiones llegó a tener 66.815 millones de euros.
A partir de ese ejercicio, la Seguridad Social empezó a gastar el dinero de la hucha de las pensiones. Eran los años de la Gran Recesión y los recortes mermaron los recursos del sistema. No sólo se dejó de aportar para el esfuerzo futuro, sino que prácticamente se acabó con los ahorros del Fondo de Reserva. Para 2019, el monto total apenas superaba los 2.000 millones de euros.
Desde entonces, la hucha de las pensiones se mantuvo bajo mínimos, hasta el año pasado, cuando entró en vigor el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), una aportación extra que sirve para inyectar dinero en el Fondo de Reserva. Con la última reforma del sistema público de pensiones, el Gobierno se marcó como objetivo crear un ahorro que permita afrontar los momentos de tensión que se avecinan a partir de la siguiente década.
Y es que el gasto en pensiones de la Seguridad Social sigue creciendo mes a mes. Los desembolsos ya superan el 11% del Producto Interior Bruto (PIB) y según las previsiones llegará a representar hasta el 16,6% de la riqueza del país.
Miguel Ángel García, profesor de Economía Aplicada en la URJC e investigador asociado de Fedea, señala a EL ESPAÑOL-Invertia que antes de analizar si la situación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social es buena o mala hay que ir al fondo del asunto, es decir, la situación del sistema de pensiones contributivas. Y, en este sentido, el sistema es deficitario.
"La primera pregunta es si tiene sentido aportar al fondo de reserva cuando hay que pedir préstamos de 10.000 millones al Estado. Es totalmente incoherente", explica García. De hecho, el investigador de Fedea apunta que la aportación a la hucha de las pensiones en 2023, de unos 2.700 millones de euros, salió de los fondos de Estado. "En 2024 el déficit de la Seguridad Social superará los 7.500 millones y tendrán que pedir 3.000 millones para poder aportar al Fondo de Reserva. Es todo bastante absurdo", critica.
Aunque la hucha de las pensiones se llena teóricamente con las aportaciones del MEI, lo cierto es que estas llegan, como el resto de cotizaciones, a las arcas de la Seguridad Social. Y como el sistema es deficitario, es necesario pedir préstamos para que el dinero realmente llegue al Fondo de Reserva. "Como planteamiento conceptual parece positivo, pero analizando las cuentas es incoherente", zanja Miguel Ángel García.
Este profesor de Economía reconoce que los ahorros del Fondo de Reserva seguirán creciendo hasta 2032, en tanto en cuanto el sistema está diseñado de esa manera, pero insiste en que no tiene sentido "hacer una aportación para pagar algo en 2032 y para eso pedir un préstamo al Estado".
Y todo para un "pequeño alivio a futuro, muy reducido". Será, asegura García, "muy poco dinero para las obligaciones que se van a ir acumulando a partir de este año". Así, para este investigador de Fedea, la hucha de las pensiones "tiene toda la pinta de ser un instrumento publicitario, más que un instrumento que pueda realmente garantizar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones".