De izquierda a derecha: Gerardo Cuerva (Cepyme), Unai Sordo (CCOO), Yolanda Díaz, Pepe Álvarez (UGT) y Antonio Garamendi (UGT).

De izquierda a derecha: Gerardo Cuerva (Cepyme), Unai Sordo (CCOO), Yolanda Díaz, Pepe Álvarez (UGT) y Antonio Garamendi (UGT). EE

Empleo Hoy

La reducción de jornada, en punto muerto: las cesiones de Díaz no convencen a CEOE y la demora irrita a los sindicatos

12 octubre, 2024 02:29

"No tenemos mucho que contar". "La reunión de hoy ha sido una más". "Tras la reunión no ha habido novedad". "Llevamos demasiado tiempo". La negociación que hace meses abrió el Ministerio de Trabajo con sindicatos y patronal para abordar la reducción de la jornada laboral no avanza. Sólo el departamento de Yolanda Díaz se muestra optimista, pero lo cierto es que las posiciones apenas se han movido desde que empezó la negociación.

Los entrecomillados pertenecen a las declaraciones que, tras la reunión de este viernes, hicieron los sindicatos y la patronal. Y es que el clima en la mesa de diálogo social no augura ningún tipo de acuerdo, al menos en el corto plazo. Los agentes sociales, como corresponde, seguirán acudiendo a la llamada del Ministerio de Trabajo, pero no ocultan su decepción.

Los choques con la CEOE y Cepyme comenzaron antes incluso que la propia negociación, ya que para los empresarios no es de recibo una reducción de jornada "impuesta" por la vía legal; consideran que el tiempo de trabajo debe quedar al albur de los convenios colectivos. Pero los desencuentros ya se dan incluso con los propios sindicatos, con sonadas contradicciones sobre lo que está o no encima de la mesa.

Nadie está contento. A la patronal, precisamente por verlo como una imposición, le es indiferente cualquier medida de "acompañamiento" a la reducción de la jornada que facilite el tránsito de esta iniciativa para las  pymes. Lo mismo ocurre con el resto de cesiones del Ministerio de Trabajo, dispuesto a ser flexible en la aplicación de la rebaja para que las empresas puedan adaptarse y el cambio no sea de un día para otro.

Asís, como no comparte el objetivo de la reducción de la jornada mediante la modificación del Estatuto de los Trabajadores, CEOE descarta el resto de medidas ofertadas.

Por su parte, los sindicatos ya están cansados. La promesa del Gobierno era que ya este año la jornada se redujera a las 38,5 horas, algo imposible a estas alturas de 2024. Pero es que la propia naturaleza del trámite legislativo cada vez aleja más la posibilidad de que la semana de 37,5 horas llegue antes de 2025. Y eso teniendo en cuenta que fuera posible amarrar todos los votos necesarios en el Congreso de los Diputados.

Además, el texto que el Ministerio de Trabajo entregó a los agentes sociales en junio ya convencía a los representantes de los trabajadores. Desde entonces, las posturas con la patronal no se han acercado, aunque el tiempo ha ido pasando y desde el Gobierno se han planteado esas cesiones en aras de concitar el apoyo de los de Garamendi.

Así las cosas, las declaraciones optimistas sólo llegan desde el departamento de Yolanda Díaz. Los términos "avances", "buen clima" o "disposición" se escuchan en boca de los dirigentes del Ministerio de Trabajo, pero no van más allá. De hecho, para los sindicatos se están creando "falsas expectativas" sobre el curso de la negociación.

Desde el Gobierno están dando mucha importancia al Plan Pyme 375, con el que se ayudará a las empresas de menos de diez trabajadores a adaptarse a la reducción de la jornada laboral con bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social. Pero nada hace pensar que la patronal vaya a cambiar de opinión por este programa de "acompañamiento".

Registro de jornada

Otra de las materias que se está tratando en la mesa de negociación de la reducción de jornada es la mejora del registro horario, en buena medida para combatir las horas extraordinarias sin remunerar. Este viernes, Trabajo anunció que ya ha encomendado a un grupo de expertos que se encargue del desarrollo reglamentario de esta cuestión, lo que pilló desprevenidos a los sindicatos.

Precisamente, las centrales han intensificado en los últimos meses su campaña contra las horas extraordinarias. Tanto es así, que UGT presentó una reclamación ante el Consejo Europeo de Derechos Sociales (CEDS) contra España por la regulación de las mismas. El sindicato considera que no se remuneran adecuadamente, y eso sólo las que sí que se contabilizan.

Los ugestistas esperan que, si la mesa no sirve para avanzar en la reducción de jornada, como ya han constatado, al menos sí sea útil para mejorar el registro horario. Desde el Gobierno dicen compartir el objetivo, mientras que la patronal no se ha pronunciado con claridad sobre el tema.

En cualquier caso, sólo sería una pequeña parte del todo. Los sindicatos, en una nueva intentona, han exigido a CEOE que se posicione claramente sobre la reducción de la jornada laboral. Consideran que, ahora que vuelve a haber un documento encima de la mesa, si la patronal no mueve ficha, habrá que dar por terminado el proceso de negociación.