La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. Jesús Hellín Europa Press

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De las bajas flexibles a las altas graduales: el Gobierno cambia el discurso tras el rechazo de los sindicatos

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El Gobierno ha rectificado su enfoque sobre la gestión de la incapacidad temporal (IT) después de la oposición frontal de los sindicatos a la idea de permitir bajas flexibles. En la reunión celebrada este lunes, el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, ha defendido un nuevo enfoque: la reincorporación gradual de los trabajadores, siempre bajo supervisión médica y después de recibir el alta.

Tras el encuentro con sindicatos y patronal, Suárez ha explicado que esta reincorporación gradual está pensada para situaciones en las que el retorno al trabajo a tiempo completo tras una baja prolongada podría resultar problemático o incluso conducir a recaídas. La idea es que el trabajador pueda volver de forma parcial, combinando su recuperación con una actividad laboral adaptada.

"Estamos al principio del camino y debemos ser prudentes", ha indicado el secretario de Estado, insistiendo en que la medida debe ser evaluada en el marco del diálogo social, con la participación de expertos y otros ministerios. No obstante, ha adelantado que en esa vuelta paulatina al empleo se podría compatibilizar prestación por IT y salario.

La propuesta inicial de bajas flexibles ya había sido rechazada por los sindicatos, que la han calificado este mismo lunes como "frívola e irresponsable". CCOO y UGT han insistido en que cualquier medida que se adopte debe priorizar la salud de los trabajadores y evitar que se presione a los empleados para reincorporarse antes de estar completamente recuperados.

Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, ha afirmado tras la reunión que la reincorporación al trabajo sólo puede ser contemplada una vez que el trabajador haya recibido el alta médica. "El concepto de bajas flexibles es una aberración", ha agregado.

¿Cuál es el cambio?

La ministra Elma Saiz habló de introducir elemento de flexibilidad en los procesos de incapacidad temporal (IT), esto es, en las bajas. Tras el ruido generado los últimos días —con discrepancias en el propio seno del Gobierno—, su departamento ha negado que se haya planteado la creación de una baja flexible y voluntaria.

El Ministerio de Inclusión y Seguridad Social plantea ahora una reincorporación gradual al trabajo una vez finalizada la baja. Además, se daría siempre y cuando así lo recomendara un médico. Es decir, que tras seis meses de baja, un empleado no tenga que volver a trabajar ocho horas al día de un día para otro, sino que pueda incorporarse poco a poco.

Por su parte, Cristina Estévez, secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT, ha hecho una llamada a la calma. "Queremos enviar un mensaje de tranquilidad. Ninguno de los agentes sociales, ni sindicatos ni patronales, está a favor de las bajas flexibles", ha aseverado. Además, ha pedido al Gobierno que presente una propuesta concreta y por escrito antes de continuar con las negociaciones.

Por su parte, desde la patronal aseguran que trabajarán "por la mejora de la salud de las personas trabajadoras y de la gestión de los procesos de IT con discreción y confidencialidad".

Los sindicatos también han aprovechado la reunión para expresar su preocupación por las declaraciones sobre el incremento del gasto en prestaciones por incapacidad temporal. Carlos Bravo ha señalado que Seguridad Social ha mostrado su inquietud por el aumento del gasto, aunque no se ha presentado ninguna propuesta concreta para abordar este tema.

Desde el Ministerio, sin embargo, han insistido en que el objetivo de la reforma no es recortar gastos, sino mejorar la protección de los trabajadores.

Fase inicial

Elma Saiz también ha abundado en el debate ese lunes, al subrayar que la discusión sobre la reforma de las bajas está en una fase "muy inicial" y abierta a la participación de expertos y otras asociaciones. Saiz ha destacado que la intención del Gobierno es "ampliar los derechos" de los trabajadores, garantizando siempre la protección de su salud.

La propuesta de reincorporación gradual ha sido apoyada por algunas organizaciones, como la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que consideran que podría ser beneficiosa para trabajadores que han superado enfermedades graves. Sin embargo, los sindicatos han mantenido su posición, exigiendo que cualquier cambio se negocie en el marco del diálogo social y con las garantías suficientes para proteger a los trabajadores.

En cualquier caso, con ese rechazo unánime de los sindicatos y de buena parte de los socios de Gobierno e, incluso, de Sumar, el Ministerio ha optado por un enfoque más conservador. La propuesta de altas graduales supone una adaptación del planteamiento inicial y marca el inicio de un proceso de diálogo que promete ser largo y complejo.