Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme y Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme y Antonio Garamendi, presidente de la CEOE. EE:Arte

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Lluvia de críticas en la cúpula de CEOE contra Gerardo Cuerva por cambiar el voto en Cepyme: "Las formas le quitan la razón"

Antonio Garamendi frenó el efrentamiento entre Miguel Garrido y Gerardo Cuerva en la Junta Directiva de este miércoles. 

Más información: Cuerva fuerza una modificación del reglamento de Cepyme para intentar frenar al candidato alternativo de Garamendi

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El cambio de los estatutos de Cepyme para modificar el voto delegado en los procesos electorales de la organización ha abierto la caja de pandora en el universo patronal. 

Las críticas contra el presidente de las pequeñas y medianas empresas, Gerardo Cuerva, han subido de decibelios en las últimas horas, y casi todas con una voz común: "Las formas han hecho que pierda la razón". 

El objetivo del presidente de Cepyme es evitar la concentración de voto en unas pocas manos.

Se trata de una fórmula que, a su juicio, influye en la limpieza de los procesos. Máxime después de que, según fuentes de la organización, se hayan detectado presiones sobre los electores por parte de la patronal CEOE. 

La intención sería la de favorecer al candidato que la patronal presente en las próximas elecciones como alternativa a Cuerva a quien el patrón de patronos, Antonio Garamendi, pidió hace semanas que diera un paso al lado para abrir una nueva etapa en la organización de pequeñas y medianas empresas. 

Cuerva, sin embargo, lejos de achantarse ha recogido el órdago y se presentará, por lo que se enfrentará al hombre o mujer que elija Garamendi.

De ahí, explican algunas de las organizaciones de la patronal, el paso que ha dado el presidente de Cepyme: forzar los reglamentos para intentar que el futuro proceso electoral le sea favorable alegando una mejora de la transparencia.

Votación

¿Cómo forzó el proceso? Según distintas fuentes, Cuerva llevó este martes a su comité ejecutivo la propuesta de modificación del voto delegado. Preguntó entonces si debía o no someterse a la votación de la junta directiva que se celebraba horas después. 

El resultado fue claro: 11 votos a favor, 15 en contra y 2 delegaciones. Es decir, no debía haberse llevado a la Junta Directiva, dado que supone un cambio en el reglamento interno. Aun así, se llevó a votación en donde el resultado fue favorable a la propuesta de Gerardo Cuerva: 122 votos en total, 64 a favor y 55 en contra con 3 votos en blanco.

 Además, hubo 60 delegaciones de voto de las que 29 estaban en manos del equipo del presidente de Cepyme, según explican fuentes consultadas por EL ESPAÑOL. "El mismo arma que critica es el que ha utilizado para cambiar" las normas.

Esto es, precisamente, lo que ha incendiado a la organización. Algunas de las personas consultadas por este diario creen que Cuerva ha sido "torpe", dado que se ha saltado los estatutos de la organización. 

Sin embargo, fuentes de Cepyme insisten en que todo se ha hecho conforme a la legalidad y bajo supervisión del gabinete jurídico que fue contratado en la época en la que Antonio Garamendi fue presidente de Cepyme. 

Ahora la duda está en ver si el comité ejecutivo de Cepyme opta por impugnar la votación en la junta directiva. En el equipo de Cuerva confían en que no ocurra, pero en caso de ser así aseguran que no afectará al próximo proceso electoral que se abrirá antes del próximo 16 de marzo. 

Junta de CEOE

La tensión generada en Cepyme se trasladaba este miércoles a la Junta Directiva de la CEOE. Allí era el vicepresidente primero de CEOE quien criticaba lo sucedido

Fuentes presenciales explican que Miguel Garrido expuso a Gerardo Cuerva su malestar por lo ocurrido. Le recordaba, además, que "las normas son sagradas" y lamentaba el daño reputacional que este asunto está suponiendo para Cepyme y CEOE. 

Cuerva tuvo también ocasión de responder al también presidente de la patronal madrileña, y ahí se acabó el debate. Al parecer, fue Garamendi quien instó a los asistentes a no seguir discutiendo sobre este tema, y avanzar con el orden del día previsto. 

El ruido está y seguirá en las próximas semanas. Aunque desde el equipo de Gerardo Cuerva se tiende la mano a Garamendi para buscar una salida negociada a esta guerra, el daño a la imagen patronal ya está hecho.

"Lo mejor que puede pasarnos es que las elecciones se celebren cuanto antes", sentencia uno de los altos cargos de la patronal.