Si eres hombre con estudios superiores tienes trabajo. Al menos tienes más del 90% de probabilidades de conseguir un empleo. ¿Cómo es posible? Los datos son claros: en el segundo trimestre del año, la tasa de paro entre este colectivo cayó por debajo del 10%, lo que significa que el 90% restante está trabajando. En el caso de las mujeres con estudios superiores la tasa de paro es algo más elevada, del 13,09%, pero sigue siendo muy baja en comparación con el 20% del conjunto de la población. De hecho, las empresas reconocen que algunos perfiles no los hay en el mercado, no los encuentran. En esos casos concretos, el paro es cero.
En el caso de los analfabetos, encontrar un trabajo es una odisea. En este grupo es casi tan común tener un empleo como no tenerlo. En su caso, la tasa de paro alcanza el 43,07%, casi cuatro veces más que entre los universitarios. Y el dato es todavía peor entre las mujeres, ya que alcanza el 47,83%.
Estos dos son los extremos del abanico educativo, pero en el medio hay otras categorías de formación que diferencia el INE (desde estudios primarios hasta secundarios con sus variables intermedias) y muestran un patrón claro: la tasa de paro disminuye cuando aumenta el nivel formativo y viceversa. Por ejemplo, la tasa de paro entre los que no han acabado la educación primaria es del 38,15%, mientras que para los que han cursado hasta la segunda etapa de la educación secundaria el desempleo se reduce hasta el 19,1%.
Estos datos confirman que la Educación es uno de los mayores lastres que tiene el mercado laboral español. Y esto se refleja no sólo en una alta tasa de paro, sino también en el paro de larga duración. Hay personas que no son empleables, o que tienen muy difícil encontrar un trabajo, ya que lo que ellos ofrecen no es lo que las empresas necesitan. Las personas con baja cualificación se pasan largas temporadas en el paro, muchos agotan la prestación por desempleo y se enfrentan a un futuro muy complicado y totalmente aislados del mercado laboral.
La recuperación
Desde el año 2014, el INE incluye en sus resultados de la EPA (Encuesta de Población Activa) los datos desagregados por nivel de estudios alcanzado, lo que permite no sólo realizar una comparativa sobre la situación de los diferentes grupos, sino también su evolución. Los datos son claros: la creación del empleo se está centra entre los colectivos con mayor nivel educativo. La recuperación ha llegado para ellos, pero no para los grupos con baja o nula formación, que todavía siguen en crisis.
La tasa de paro entre hombres con estudios superiores ha caído por debajo del 10% por primera vez en estos dos años y medio. En este periodo se han contratado 179.400 hombres con este nivel educativo y el doble de mujeres: 386.200 contratadas más. En total son 565.600 trabajadores con un título universitario que han encontrado trabajo en estos dos años y medio, dato que contrasta con la destrucción de empleo en otros colectivos.