El Banco de Japón (BoJ) ha decidido nuevas medidas de estímulo para hacer frente a la incertidumbre que existe en la economía internacional, pero ha mantenido sin cambios los tipos de interés y las características fundamentales de su programa de compra de deuda, según ha informado en un comunicado.
La entidad destaca que, tras la victoria del 'Brexit' en el referéndum celebrado en Reino Unido sobre la permanencia en la Unión Europea (UE) y la ralentización de las economías emergentes, "las incertidumbres en torno a las economías internacionales han aumentado y la volatilidad ha continuado en los mercados financieros globales".
"Para evitar que estas incertidumbres lleven a un deterioro de la confianza de los consumidores y las empresas, así como para garantizar una suave financiación de las empresas y las entidades financieras japonesas en divisas extranjeras, apoyando sus actividades económicas proactivas", el Comité de Política Monetaria ha decidido adoptar nuevos estímulos.
Incrementar las compras
En concreto, ha decidido, con siete votos a favor y dos en contra, incrementar las compras de ETFs (Fondo negociables en el mercado), desde un ritmo anual de 3,3 billones de yenes (28.656 millones de euros) a seis billones de yenes (52.102 millones de euros).
En esta línea, también se ha aprobado por unanimidad aumentar el tamaño de su programa de préstamos para apoyo al crecimiento en dólares estadounidenses desde los 12.000 millones de dólares (10.818 millones de euros) hasta los 24.000 millones de dólares (21.636 millones de euros). Este programa ofrece a empresas japonesas financiación en dólares para sus operaciones internacionales durante un periodo de hasta cuatro años.
Asimismo, se ha establecido una nueva facilidad según la cual prestará deuda pública japonesa a entidades financieras para que puedan usarla como colaterales en operaciones de financiación en dólares.
Pese a estas medidas, la institución continuará comprando bonos del Tesoro y otros valores con el objetivo de incrementar la base monetaria a un ritmo anual de unos 80 billones de yenes (694.696 millones de euros), decisión que se ha aprobado por 8 votos a favor y uno en contra.
En esta línea, los miembros del Banco de Japón también han decidido mantener sin cambios por siete votos a favor y dos en contra los tipos de interés, que seguirán situados en el -0,1%, con el objetivo de lograr una inflación estable en torno al 2%.