Otro mal día para la banca en los mercados. El Ibex 35 bajó un 2,77%, hasta 8.277 puntos, arrastrado por las dudas sobre la rentabilidad bancaria ante el escenario de tipos de interés negativos y bajo la sombra de nuevos rescates de bancos en Europa. Se trata de la mayor caída de la Bolsa española desde el 24 de junio, cuando se produjo el crash de las bolsas tras el voto británico por el 'brexit'.
Las entidades italianas, alemanas y españolas bajaron al unísono por crecientes temores sobre el sector. La primera señala de alarma vino desde Italia. A media mañana, el Monte dei Paschi se desplomaba más de un 8% (y su cotización se suspendía unos minutos ante la alta volatilidad). El banco más antiguo del mundo terminó el día con una caída del 16%.
Los inversores sobre el plan de rescate al que se tiene que enfrentar para reducir su abultada cartera de créditos morosos. La entidad, a la que se añadían caídas importantes de otras entidades del país como Unicredit o Ubi Banca (-5%), es la única que suspendió los test de estrés hechos públicos el pasado viernes.
La segunda alarma llegó desde Alemania. El Commerzbank, el segundo más importante de Alemania, sufría también otro severo correctivo (-9%) en la Bolsa de Fráncfort. ¿La razón? Un 'profit warning' -advertencia a la baja sobre beneficios- tras reconocer que la situación de los mercados y los bajos tipos de interés impedirán cumplir sus objetivos de rentabilidad para este ejercicio. “Los ingresos operativos y el beneficio neto serán inferiores a los del año pasado”, anunció la entidad.
Más ajustes en España
La reacción en España no se ha hecho esperar. Los principales bancos españoles han vuelto a teñir de rojo su cotización. Banco Popular es el que más sufre otra jornada más con una caída del 5,35%, pero a la entidad presidida por Ángel Ron se le sumaron el resto: Santander (-5,3%), Caixabank (-5,3%), BBVA (-4,9%), Bankia (-4,2%) y Banco Sabadell (-5,3%). De poco ha servido el aprobado generalizado de los test de estrés financieros del pasado viernes.
Pese a las muestras de resistencia y solvencia ante los escenarios adversos, en la mente de los inversores sigue pesando una preocupación: la falta de rentabilidad de las entidades en el escenario de tipos negativos, como informó este diario el lunes. La rentabilidad sobre sus recursos propios -ligeramente por encima del 7%- se sitúa por debajo del coste de capital en el sector, según alertó el Banco de España. El BCE considera que ese coste se encuentra entre el 8% y 10%.
Esto se traduce en que más pronto que tarde, las entidades volverán consumir sus niveles de capital. Pero la amenaza es mayor por los tipos de interés negativos: si las entidades comienzan a aplicarlos a sus clientes estos podría desatar una retirada de depósitos, que también se traduciría en un golpe a la solvencia de las entidades.
El supervisor que dirige Luis María Linde ha reclamado un nuevo proceso de fusiones y ajustes en el sector bancario en España, que ya ha cerrado un 28% de su red de sucursales desde 2008 y ha despedido a un 27% de sus empleados: sólo desde 2009, los bancos españoles han destruido más de 75.000 empleos.