La economía española sigue mostrando una fortaleza que no se esperaba al inicio del año y los analistas de BBVA Research consideran que en el tercer trimestre del año se podría mantener el ritmo de crecimiento de los cuatro trimestres anteriores, en el 0,8%. El año ya se ha salvado y la entidad ha revisado cuatro décimas al alza su estimación para el conjunto del ejercicio hasta el 3,1%. Esto supondría también un ritmo superior al 3% que ha adelantado el Gobierno.
Una buena parte de este crecimiento económico se ha producido por las políticas fiscales expansivas adoptadas, principalmente, por el Gobierno central. Los Presupuestos expansivos que dejó firmados el Partido Popular han obligado a renegociar los objetivos de déficit con Bruselas y contribuirán con cuatro o cinco décimas al crecimiento. En otras palabras, del 3,1% de crecimiento estimado para este ejercicio, las políticas públicas aportarán en torno a 0,5 puntos.
Este ritmo de crecimiento y la renegociación con la Comisión Europea serán suficientes para cumplir con el nuevo objetivo de déficit. BBVA anticipa que el desfase presupuestario terminará el año en el 4,4%, dos décimas por debajo del límite marcado por Bruselas.
El dato negativo de este ejercicio es el frenazo del empleo en el tercer trimestre del año, después de "la decepción" de los datos de afiliación del mes de agosto, explica la entidad.
Sin embargo, lo que este año es un crecimiento mayor del esperado, para el año que viene puede truncarse por la parálisis política, la incertidumbre internacional y también la subida inesperada del precio del petróleo. Tanto que la entidad ha descontado de sus previsiones de 2017 las cuatro décimas que ha incorporado al PIB de este año. Esto supone que la desaceleración del próximo año será mayor de la que estimaba la entidad antes del verano, en concreto, sitúan su previsión para el conjunto del ejercicio en el 2,3%.
La incertidumbre política tiene un coste sobre el crecimiento de siete décimas para 2016 y 2017
La ralentización del crecimiento afectará a la capacidad de España para reducir el déficit. De hecho, Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA, alerta del impacto negativo de las “políticas discrecionales” sobre el déficit. La entidad cree que estas medidas tienen un impacto en el déficit de este año de nueve décimas, esto es, 9.000 millones de euros, desde su última estimación. El motivo de este desfase es “la rebaja fiscal” aprobada por el Gobierno y “que sólo se está viendo limitada por una recuperación de las bases imponibles consecuencia de la evolución de la economía”.
De cara al próximo año, BBVA estima sobre la base de ausencia de nuevas medidas de corrección del déficit, un déficit del 3,6%, esto es, por encima del 3,1% de límite que ha marcado Bruselas. Esta previsión de BBVA se realiza sobre la base de ausencia de políticas fiscales correctoras, ya que se desconoce cuál será el futuro gobierno y qué medidas de ajuste adoptará. Esto significa que el próximo gobierno y el resto de administraciones públicas tendrán que corregir el desfase de las cuentas en 5.000 millones de euros.